La Alameda de Marín ha acogido este domingo 3 de abril una emotiva concentración convocada por las familias de los 21 marineros fallecidos en el naufragio del Villa de Pintanxo el pasado mes de febrero en aguas de Terranova, Canadá.
En ella los familiares defendieron su "legítimo derecho" a pedir que se pongan los medios necesarios para bajar al barco hundido en busca de los cuerpos desaparecidos y de pruebas sobre la causa del trágico suceso.
"Lo que pedimos los familiares no es algo extraordinario, nada que no se hubiese hecho antes, que se busque a personas desaparecidas en el fondo del mar. Sólo queremos esclarecer las causas del hundimiento y poder hacer justicia, porque en ese barco murieron 21 personas y se lo merecen", defendió desde el palco de la Alameda María José de Pazo, hija de uno de los marineros desaparecidos, en representación de las familias.
"Lo único que pedimos es búsqueda, verdad y justicia", señaló criticando la decisión del Gobierno de renunciar al rescate de los fallecidos por ser "técnicamente inviable", un extremo rechazado contundentemente por los seres queridos de los 21 fallecidos ya que "no se puede afirmar que no es viable mientras no se baje al barco".
Uno de los momentos de mayor emoción de la concentración se vivió cuando tomó la palabra uno de los tres supervivientes del naufragio, Samuel Kwesi, afirmando que para él "siempre es día 15 de febrero", en alusión a la fecha del accidente.
"Yo los vi, vi cómo sufrieron y cómo algunos dijeron sus últimas palabras. No se puede hacer justicia sin las pruebas, sin bajar al barco", defendió el marinero arrancando el aplauso de los presentes.
El acto finalizó con la lectura de los nombres de los 21 marineros fallecidos en el Villa de Pitanxo junto a un respetuoso minuto de silencio.