Carmen Posadas se ha leído muchos tratados sobre el tema que aborda en su más reciente título: 'Licencia para espiar'. En ellos se señala que "el espionaje es la profesión más antigua del mundo y ha sido necesaria a lo largo de los siglos porque saber es poder". En este caso la autora fija la atención en mujeres espías. Con nombres propios, anónimos o nombres ficticios para preservar su identidad.
Entre los nombres propios, "uno de mis personajes favoritos", dice en el podcast 'Cara a cara', es Balteira. Una espía gallega que vivió durante el reinado de Alfonso X. La define como "una mujer libre, que se valía por sí misma y no dependía de los hombres. No solo eso, sino que le ayudó a conservar el trono al rey". Escribe sobre "sexpionaje", como las "comedoras de venenos" indias, que vendrían a ser el gorrión rojo que el ex agente de la CIA, Jason Matthews, relató en su libro y posterior película del mismo nombre.
Carmen Posadas arranca este libro con algunos momentos de su propia vida, concretamente de su infancia. Como hija de diplomático vivió un tiempo en la Unión Soviética, en Moscú y recuerda qué artimañas utilizaba el espionaje o cuántos y cuántas rodeaban a la familia.
La novela lleva por nombre 'Licencia para espiar', pero añade un apellido que a la autora le hubiera gustado que fuese el primero: 'La mano izquierda'. ¿Y por qué?, nos responde en PontevedraViva Radio: simplemente una virtud femenina, la mujer tiene "más mano izquierda para manejar las situaciones".