El Cisne castiga al Sinfín en la segunda mitad (30-29)

Pontevedra
17 de septiembre 2022

No apto para cardíacos. Así podría definirse el partido vivido este sábado en el Príncipe Felipe entre el Club Cisne y el Sinfín. Primó la igualdad en casi todo el envite donde destacaron Álex Chan con un 100% de acierto y 10 goles en su haber, que lo hacen ser el máximo goleador de Asobal (28 goles); Gabriel Cavalcanti, con siete goles; y Roney Franzini, que apareció en los momentos decisivos para ayudar a su equipo a hacerse con la segunda victoria consecutiva

Partido entre Club Cisne Balonmano y Sinfín en el Príncipe Felipe
Partido entre Club Cisne Balonmano y Sinfín en el Príncipe Felipe

No apto para cardíacos. Así podría definirse el partido vivido este sábado en el Príncipe Felipe entre el Club Cisne y el Sinfín. Primó la igualdad en casi todo el envite donde destacaron Álex Chan con un 100% de acierto y 10 goles en su haber, que lo hacen ser el máximo goleador de Asobal (28 goles); Gabriel Cavalcanti, con siete goles; y Roney Franzini, que apareció en los momentos decisivos para ayudar a su equipo a hacerse con la segunda victoria consecutiva.

La alta intensidad por parte de ambas escuadras, la fortaleza defensiva y sobretodo la igualdad fueron las protagonistas de la primera mitad, donde cada ataque anotado por unos era respondido de la misma forma por los otros.

Leonardo Alonso era imparable con su lanzamiento exterior, haciendo pleno en sus primeros tres lanzamientos a portería cisneísta, mientras para el Cisne destacaban Chan y Carlos Álvarez que se encargaban de mantener a su equipo en la disputa, lo que fue el preludio de una primera mitad agónica y de infarto aunque no tanto como los minutos finales.

Los blancos estaban muy intensos en defensa y Roney aparecía por momentos con alguna de sus habituales paradas, pero en el área contraria la precipitación en los pases y la falta de acierto impedía al Cisne irse en más de un gol. Lo mismo ocurría en las filas del Sinfín.

Y así fueron pasando los minutos, Cisne anotaba, Sinfín respondía, y viceversa. La grada animaba y celebraba cada gol blanco, pero fueron los visitantes los que se fueron con un gol de ventaja al descanso (15-16).

Fue en la segunda parte cuando el partido vivió un completo revés. Comenzó con errores de Chan y Jacobo Díaz, aunque ni el '7' blanco ni Nico fallaron desde los siete metros en los posteriores ataques. Pero el Cisne estaba muy fallón en sus ataques posicionales y se salvaba de un duro golpe del rival gracias al muro Roney, que sacaba la pierna para frenar los contragolpes de un Sinfín y mantenía la diferencia de un tanto en contra, que pudo ser más.

Resurgió en ese momento la figura de Carlos Álvarez, que se dispuso a lanzar su primer siete metros. Anotó, cogió confianza y, junto a Cavalcanti, revolucionaron el devenir del partido (20-19).

El Sinfín llevaba casi dos minutos sin anotar, pidió tiempo muerto el técnico visitante, con la intención de romper la sequía goleadora pero, contra todo pronóstico, los suyos fueron a peor, instantes que aprovecharon los de Javier Márquez para hacerse con la mayor renta del partido, ni más ni menos que de cuatro goles (23-19).

Y tras siete minutos, los santanderinos, aprovechando la exclusión de Cavalcanti y los nervios en el Cisne, redujeron distancias con un auténtico golazo, respondido con otro pepinazo de Carlos Pombo, que se estrenaba como goleador esa tarde.

Pese a la tranquilidad que daba la renta de cuatro tantos, los nervios aparecieron y las imprecisiones con ellos. Sinfín redujo hasta colocarse a un gol cuando todavía quedaban ocho minutos para la conclusión, momento que aprovecho Márquez para parar el cronómetro (26-25).

Y Chan, con dos goles desde los siete metros, se echó al equipo encima y de nuevo amplió el colchón de cara a los últimos cinco minutos (28-25).

Había que jugar con cabeza, mantener la pequeña renta y aprovechar los pequeños errores que pudiera tener el rival, que adelantaba la defensa buscando el robo rápido y hacía daño al contragolpe.

Pero, cómo no, Roney evitó el 29-28 con un paradón lanzándose al suelo; Mateo Arias, hizo falta en ataque, y, Leo, a falta de 40 segundos para la conclusión, anotaba, esta vez sí, el 29-28.

No había opción a fallar y los blancos confiaron en Carlos Álvarez el último ataque y anotó, levantando a la grada de sus asientos y celebrando la victoria ya que, aunque el Sinfín marcara, no quedaba tiempo para más. De hecho, Nico tampoco falló para los de Santander a cinco segundos del final, haciendo el 30-29 con el que finalizó este duelo de auténtica locura.

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