El Pontevedra CF SAD ha aprobado este lunes en junta general de accionistas las cuentas del último ejercicio y el presupuesto para la presente temporada. En una convocatoria que se retrasó varios meses con respecto a su fecha habitual por las restricciones sanitarias, el consejo de administración ha vuelto a cerrar por sexto año consecutivo unas cuentas con superávit, algo que prevén realizar también al finalizar la presente temporada.
La sesión sirvió también para renovar por cinco años el mandato de la presidenta Lupe Murillo al frente de la sociedad después de cumplir su ciclo de cinco años como consejera.
El primer punto del día estuvo relacionado con la aprobación de la cuenta de pérdidas y ganancias y el balance correspondiente a la temporada 2019/2020, que se han cerrado con un beneficio de 1.894 euros. Sin embargo, estas cifras han motivado las quejas de los dos consejeros críticos con la gestión de Murillo y que antes de la votación de cada uno de los puntos del orden del día han avisado de que las impugnarán en los juzgados.
Las razones del escueto beneficio conseguido en el último curso las achacó Enrique Mariño, consejero encargado del área económica, en el estallido de la pandemia que redujo drásticamente algunos ingresos previstos como el de taquilla.
Por otro lado, el consejero volvió a hacer hincapié en que el Pontevedra ha vuelto a reducir su deuda, que se sitúa en 991.277 euros. La reducción de esta cantidad fue drástica en el apartado de deudas a corto plazo que pasó de los 516.000 euros del curso 2018/2019 a los 359.000 con los que se cerró el 2019/2020. En este sentido, Mariño destacó que antes del concurso de acreedores la deuda del Pontevedra era de 3,4 millones de euros y que con el actual consejo de administración, seis años de gestión, han bajado la barrera del millón de euros.
En el apartado de gastos puntualizó el consejero económico la presencia de una partida de 17.000 euros correspondiente al pago del traspado del delantero Rufo, llegado en el mercado invernal del 2020 a Pasarón procedente del Internacional de Madrid.
Aprobado el apartado de las cuentas, llegó el turno de analizar el presupuesto de la presente temporada cuya ejecución estará marcada por la evolución de la pandemia. Hizo referencia Mariño a la "incertidumbre" que ha marcado la planificación de la campaña y, si bien han logrado mantener la mayor parte de los ingresos comprometidos, existen partidas como las taquillas o los socios que experimentarán una mayor pérdida de la prevista inicialmente.
Aun así, el consejo de administración ha logrado aprobar con amplia mayoría un presupuesto de 1,37 millones de euros que se destinarán principalmente al abono de los salarios de todos los empleados del club. De hecho, en su discurso final la presidenta Murillo aseguró que, a pesar del esfuerzo realizado ante una temporada trascendental, el incremento del gasto en los honorarios de los jugadores del primer equipo no supera los 100.000 euros con respecto al curso anterior.
La votación de cada uno de los puntos del día de esta junta general de accionistas contó con el voto negativo de dos accionistas que representaban unas 321.000 acciones, un 34 % de las presentes en la sesión, a nombre de dos empresas del sector conservero y de la alimentación.