No hubo milagro. El Pontevedra puso punto y final con la cabeza alta a su intento de ascenso a Segunda División en la primera eliminatoria, frente a un Real Murcia que jugó a favor de viento con el marcador conseguido en la ida en Pasarón haciendo valer esa renta en La Nueva Condomina, pese a que el mejor juego fue en buena parte del partido del cuadro visitante.
Los granates lo intentaron pero pagaron su falta de acierto en el remate, despidiendo una temporada notable en la que consiguieron un objetivo con el que pocos contaban antes de comenzar la liga, lo que debe servirles para seguir creciendo y afrontar el próximo año con más ambición.
No fue mala la puesta en escena de los granates. Luisito apostó por una defensa de tres, asumiendo riesgos a cambio de asegurar la posesión de balón. Con Álex Fernández, Kevin Presa y Bruno como centrales, el técnico de Teo pobló el centro del campo con Mouriño, Jacobo Trigo y Jacobo para construir, dejando las bandas abiertas para los laterales, Miguel y Bonilla, mientras Íker Alegre y Eneko quedaban como puntas de lanza.
La propuesta le dio para no pasar apuros defensivos, incluso para dominar ligeramente en el aspecto territorial y tener la mejor, casi única ocasión de la primera parte, frente a un Real Murcia más directo, que confiaba en encontrar con balones en largo a Guardiola o Curto, pero los visitantes no encontraron la recompensa que buscaban y merecieron, en forma de gol que les metiese en la eliminatoria, en la misma medida que llevase un cierto nerviosismo a los pimentoneros.
Difícil saber si la remontada se hubiese consumado en caso de acertar Eneko a los 16 minutos. Como en la ida, la primera ocasión clara fue del Pontevedra, y también como en Pasarón, a los granates les faltó el necesario acierto en la finalización, que en partidos así suele ser clave. Fue tras una gran pared con Jacobo que dejó sólo al jugador vasco. Con todo a favor quiso colocar el balón, pero Simón adivinó la dirección del remate y sacó una mano salvadora para los locales, evitando un gol que casi se cantaba.
Mantuvo su valiente propuesta el Pontevedra tras el descanso y encontró la recompensa en los primeros minutos con un gran gol del mejor hombre sobre el campo, Eneko Eizmendi. Fue tras un centro que puso Íker Alegre. Eneko controló, realizó una media vuelta sensacional para deshacerse de su marcador y cruzó por raso al segundo palo, lejos del alcance de Simón.
Verse por detrás en el marcador hizo aparecer un cierto nerviosismo en las filas locales, en la misma medida que reforzó la apuesta granate. Los de Luisito hicieron una demostración de esfuerzo y compromiso digno de mejor fortuna, pero sus llegadas al área terminaban sin producir ocasiones claras.
Superada la hora de juego el partido comenzó a romperse y de eso se aprovechó el Real Murcia, siempre con Guardiola como protagonista. Primero avisó con un penalti de Bonilla que el árbitro no sancionó, aunque tampoco lo hizo con la falta previa que sufrió el mismo Bonilla. Y luego con el gol del empate, finalizando con calidad un pase interior que le dejó sólo ante Edu, para sentenciar la eliminatoria.
Incluso pudo ganar también el partido el conjunto murciano, que se vio favorecido por un penalti cometido por Jacobo Trigo a falta de seis minutos, al cortar con la mano un centro en el área. Edu evitó un mayor castigo, primero al rechazar el disparo de Víctor Curto, luego al hacer lo mismo en una gran parada a remate de Guardiola.
Pero lejos de bajar los brazos, este Pontevedra demostró el por qué "nunca se rinde". Se fue arriba con orgullo buscando al menos una victoria parcial. De ella le privó posiblemente un nuevo error arbitral, que dejó sin sanción un penalti por manos de un defensor local a tiro de Abel, ya en el tiempo añadido, provocando con ello las protestas de Luisito, que fue expulsado.
El mejor resumen lo dejaron los escasos y valientes aficionados que cruzaron España para estar en la Nueva Condomina, exhibiendo unas pancartas dirigidas al equipo en las que rezaba la frase "Grazas por devolvernos a ilusión".
REAL MURCIA (1): Simón; José Ruiz, Pumar, Golobart, Josema, David Sánchez, Rayco (Elady, minuto 77), Adrián Cruz (Armando, minuto 30), Sergio Guardiola, Víctor Curto y Javi Saura (Diego Benito, minuto 64).
PONTEVEDRA CF (1): Edu; Miguel, Bonilla, Jacobo Trigo, Bruno, Kevin Presa, Íker Alegre (David Añón, minuto 69), Álex Fernández, Mouriño (Mateu, minuto 69), Jacobo (Abel, minuto 64) y Eneko.
Árbitro: Santiago Varón Aceitón (Balear), auxiliado en las bandas por Juan Antonio Lobón García y Rafael Moll Alabarces. Expulsó al entrenador del Pontevedra, Luisito (minuto 92) por protestar un penalti no señalado en el área local. Amonestó a Adrián Cruz, por el Real Murcia, y a Jacobo Trigo, Bruno, Íker Alegre, Jacobo, Kevin Presa y Mouriño, por el Pontevedra.
Goles: (0-1) Minuto 51: Eneko. (1-1) Minuto 78: Guardiola.
Incidencias: Estadio La Nueva Condomina (Murcia). Partido de vuelta de la primera eliminatoria de la Fase de Ascenso a Segunda División. 10.355 espectadores.