Compaginar el deporte con los estudios siempre ha sido un reto para el alumnado y, llegados a una edad, tienden a abandonar la práctica deportiva para centrarse exclusivamente en rendir académicamente.
No es el caso de Mariña Vázquez, Iria Seoane, Sandra Carabelos y Carmen Tosar. Las cuatro jugadoras de segundo año júnior del Arxil, han finalizado segundo de bachillerato y se han presentado la EBAU, consiguiendo superar la prueba con buenas notas. "Son un ejemplo para toda la cantera", comenta el directivo Lino Vázquez.
Esta generación, que ha tenido que afrontar el último año de instituto en medio de una pandemia mundial, ya consiguió ser campeón de liga y ahora tendrá que tomar la decisión de qué hará en su futuro académico.
Mariña Vázquez no tiene muy claro lo que quiere estudiar, pero valora la opción de irse a A Coruña a hacer la carrera de Logopedia. En ese caso, buscará la manera de compaginar los estudios con el deporte y seguir una temporada más en el club verde. "Buscaré trenes para poder venir a entrenar por lo menos un par de días", explica.
Por su parte, el futuro de Carmen Tosar está en el aire. La joven jugadora baraja varias opciones entre las que se encuentran ADE y Derecho. Sin embargo, el aspecto deportivo no lo tiene claro "si me voy fuera no sé si seguiré jugando, acabo de salir de una lesión y necesitaría recuperación".
La que más claro lo tienen son Iria Seoane y Sandra Carabelos. La primera tiene pensado estudiar Magisterio, mientras que Sandra se irá a Vigo a estudiar el grado de Ingeniería Biomédica y, si el horario de las clases lo permite, continuará en el Arxil. "Tengo pensado seguir en el baloncesto", comenta, "cuando me estresaba recurría a él para liberarme y eso me permitía aumentar la concentración para preparar los exámenes".
En cuanto al estudio durante la cuarentena, hay opiniones dispares. A Sandra le vino bien, ya que "estar en casa nos forzó a estudiar, si no hubiera pandemia creo que habría estudiado menos", bromeó. Mariña lo tuvo más complicado, en algunas asignaturas le costó más que en otras, "las prácticas fue difícil y eso se reflejó en los exámenes". Sandra, por su parte, lo que más echó de menos fueron los entrenamientos con sus compañeras, si bien desde el equipo les mandaban tablas de ejercicios para hacer en casa, "faltaba el estar con las amigas".
En cualquier caso, hagan lo que hagan la temporada que viene, desde el club están orgullosos de ellas "esta es la filosofía con la que se creó el Arxil, formar jugadoras, educar, prestar apoyo educativo y crear equipo".