La ausencia del Dalisson de Almeida ha sido el principal foco de atención de la sesión de entrenamiento que el Pontevedra Club de Fútbol ha llevado a cabo este miércoles en el segundo campo del complejo Manolo Barreiro de A Xunqueira.
El 18 granate, tras la habitual jornada de descanso, se ha ejercitado en el gimnasio al margen de sus compañeros y bajo la supervisión de fisioterapeuta del club, Manu Barros.
Una circunstancia que, aunque no le descarta por completo, le hace mantenerse como seria duda para la próxima jornada del campeonato, la que medirá a los pontevedeses con el Langreo (domingo 9 de febrero, 17.00 horas) en el Estadio Municipal de Pasarón.
Lo cierto es que desde el club no se quiere correr riesgos innecesarios con el futbolista que hasta la fecha ha sido más determinante del equipo, máximo goleador con 11 tantos entre liga y Copa, para que llegue en plenitud al tramo decisivo de la temporada, en la que se jugará el ascenso de categoría.
Por ese motivo no se ha establecido una fecha segura para su vuelta al equipo, fiándose de las sensaciones que vaya teniendo el propio futbolista y con la intención de incrementar su carga de trabajo paulatinamente.
Lo que no existe es información oficial sobre su estado. Sólo las declaraciones de Yago Iglesias, que el 24 de enero antes de tener que recibir al Numancia y de que se suspendiese este encuentro por el temporal, avanzó que las moletias del hispano-brasileño tenían "toda la pinta de ser sobrecarga".
Una semana después el propio técnico descartaba a Dalisson para el choque en Riazor apostando por "ser cautos" ya que "él no encuentra o no tiene unas sensaciones muy buenas, y en el club quieren hacerle alguna prueba más concreta", explicaba entonces el entrenador granate.
El resto de la primera plantilla del Pontevedra se ha ejercitado con normalidad sobre el césped de A Xunqueira, incluido un Mario Gómez que será baja la próxima jornada al tener que cumplir un encuentro de suspensión por acumulación de amonestaciones.