El concepto de ciudad accesible conlleva una acepción de universalidad. Es decir que puedan disfrutarla todos los ciudadanos. Por todo lo que implica, desde la Asociación Amizade, su presidente Paulo Fontán afirma que "es un concepto de ciudad con el que coincidimos. Es una ciudad pensada desde el inicio para las personas, para todas. No sólo a las personas con una movilidad reducida, sino también a las personas mayores, a quienes tienen que ir con carritos de niños, personas cargadas con bolsas, los propios niños".
Amizade es el colectivo pontevedrés que forma parte de Cogami, la Confederación de Galicia de personas con discapacidades. Está activa en la capital desde 1988. Cuenta actualmente con más de un centenar de socios y desde hace ocho años está presidida por Paulo Fontán.
El planteamiento hecho para conseguir una ciudad accesible fue bidireccional, recuerda Fontán, porque "nosotros estábamos pendientes de que las cosas se hicieran bien y desde el principio en el gobierno local fueron receptivos a escucharnos, a intentar tener en cuenta nuestras demandas".
Que el proyecto no ha cerrado el círculo, lo saben desde el Concello y desde el propio colectivo pontevedrés. En ello siguen trabajando ambas partes. "Las personas con movilidad reducida no sólo paseamos. También tenemos derecho al ocio, a la cultura, al trabajo, a ir a comprar o a cortar el pelo. Y en ese sentido nos encontramos una dificultad grande".
Por una parte, avanzar en la eliminación de barreras arquitectónicas. Paulo Fontán echa en falta "una normativa lo suficientemente exigente que garantice el uso y disfrute de estos espacios. Nuestro interés es que el Concello elabore una ordenanza que regule estos temas".
Por otra, avanzar también en la integración. Iniciativas como Hefesto son recibidas con excelentes expectativas desde Amizade, porqie "está pensado precisamente para ver la capacidad que tienen las personas, teóricamente con menos capacidades, para hacer cosas que otros sin discapacidades no son capaces de hacer. Es importante introducir estas cuestiones de forma transversal en todas las políticas municipales, porque también entra en el concepto de modelo de ciudad".
Mirando a Pontevedra desde fuera, Paulo Fontán señala que personas pertenecientes a la Confederación y que han venido a esta ciudad "marchan encantados en comparación con lo que tienen en sus ciudades. De lo que yo conozco, empieza a haber algunas medidas similares a las que se han puesto en marcha en Pontevedra en los últimos años; pero con menos intensidad o menos valentía política que como se ha hecho aquí".