La crisis sanitaria derivada de la COVID-19 lleva aparejada otra problemática de tipo económico y social que afecta a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Para dar respuesta a esta situación, la Concejalía de Bienestar Social de Pontevedra movilizó todos los recursos a su alcance.
El departamento que dirige Paloma Castro invirtió una partida de 177.580 euros en acciones vinculadas a la protección de las personas y familias con menos recursos. Este gasto social "vai continuar incrementándose de xeito substancial durante esta desescalada e nos vindeiros meses", avanza la edil socialista.
Una parte importante de esta aportación fue destinada a la gestión de los albergues de Raíña da la Paz (Salcedo) y el Pabellón Multiusos de A Xunqueira, que llegaron a acoger la 28 y 15 personas sin hogar, respectivamente, durante el período de confinamiento. Unos 64.643 euros fueron para la contratación de la empresa encargada de la seguridad; 10.661,25 para la oenegé Cruz Roja, que acondicionó las instalaciones con las camillas y el material higiénico-sanitario necesario y gestionó su funcionamiento en coordinación con el personal municipal; y otros 632,93 para el servicio de lavandería, que prestó la firma Indusal.
La compra y distribución de alimentos y artículos de primera necesidad entre las familias carentes de recursos fue otra de las prioridades para la Concejalía de Bienestar Social, que adquirió productos por valor de 18.570,78 euros a Supermercados Froiz, por 6.776 a Even Plot y por 8.470 a Erreyo. Tal y como explica la concejala Paloma Castro, estos alimentos fueron repartidos entre 169 unidades familiares de Pontevedra (un total de 564 personas) a través del programa municipal Puerta a Puerta, desarrollado en colaboración del Servicio de Deportes y el Banco de Alimentos.
Desde Servicios Sociales también se financió con casi 20.000 euros la distribución de tuppers de comida a 112 niños que se quedaron sin servicio de comedor escolar. La iniciativa fue posible gracias a la colaboración del restaurante O Roxo.
Otra de las grandes líneas de inversión del departamento que dirige Paloma Castro fueron los 37.790 euros con los que el ayuntamiento abonó el incremento de horas con las que se dotó al Servicio de Ayuda en el Hogar para hacer frente a las nuevas necesidades de los usuarios durante la pandemia.
Por otra parte, la Concejalía de Bienestar Social tramitó recientemente una modificación de crédito orientada a reforzar con otros 100.000 euros las Ayudas de Emergencia Social Municipal, para las que ya existía una consignación inicial de 100.000 euros. De este modo, se dobla la cantidad de dinero disponible para poder dar respuesta tanto a las Ayudas de Emergencia como a las propias necesidades y situaciones de vulnerabilidad derivadas de la crisis sanitaria de la Covid-19.