Condenado a 17 años de prisión por asesinar a su vecino con una desbrozadora en A Cañiza

Pontevedra
15 de abril 2019

José Luis Viéitez Alonso deberá cumplir 17 años de prisión como autor de un delito de asesinato y de otro de intento de homicidio. A la hora de dictar la pena, la Audiencia ha aplicado una eximente incompleta por considerar acreditado que el sospechoso sufría una "limitación parcial de las capacidades psíquicas"

José Luis Viéitez Alonso, acusado de matar a su vecino con una desbrozadora
José Luis Viéitez Alonso, acusado de matar a su vecino con una desbrozadora / Mónica Patxot

José Luis Viéitez Alonso deberá cumplir 17 años de prisión como autor de un delito de asesinato y de otro de intento de homicidio por el conocido como crimen de la desbrozadora de A Cañiza por acabar con la vida de su vecino utilizando esa herramienta e intentarlo con la hija de la víctima.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acaba de dictar una sentencia condenatoria en base al veredicto alcanzado por el tribunal del jurado que juzgó los hechos y declaró al acusado culpable de dar muerte a su vecino, José Carlos Álvarez, sin darle ninguna posibilidad de defenderse y de intentar darle muerte a la hija de este, Jessica Álvarez, dándole a ella esa oportunidad. La chica sufre graves secuelas.

A la hora de dictar la pena, la Audiencia ha aplicado una eximente incompleta por considerar acreditado que el sospechoso sufría una "limitación parcial de las capacidades psíquicas" cuando cometió los hechos. El veredicto fue unánime al considerar que, en el momento del ataque a sus vecinos, el acusado tenía "parcialmente disminuidas" sus capacidades mentales.

El jurado destaca que el condenado tiene "un coeficiente intelectual límite" y que había estado a tratamiento psicológico y psiquiátrico por trastorno ansioso depresivo. Además, señala que sufre, como consecuencia "de la sostenida situación de hostilidad y conflicto con su vecino", así como de la agresión que sufrió por parte de este en el 2015, un trastorno postraumático que no estaba diagnosticado, "pero que le hacía sentir miedo de su vecino".

Por ello, según la sentencia, "percibió su presencia y la de su hija como una amenaza" y "revivió el trauma con un estallido de miedo y agresividad" que le llevó a reaccionar contra ellos teniendo sus capacidades mentales parcialmente disminuidas, "de forma severa la capacidad para controlar sus impulsos y de forma moderada la capacidad para percibir la realidad y actuar en consecuencia".

El fallo indica que el acusado y su vecino mantenían "muy malas relaciones por conflictos de lindes y el uso de un camino que derivaron en denuncias mutuas". El día de los hechos, el condenado se encontraba con una desbrozadora encendida en el camino por el que mantenían disputas y que pasa por delante de la casa de las víctimas. Sus dos vecinos, padre e hija, salieron de su portal para ir a su cuadra y se dirigieron hacia él. En ese momento, atacó a su vecino con la desbrozadora y, después, a la joven.

El imputado también fue sentenciado a indemnizar a la hija del fallecido con 300.000 euros; y, a la mujer, con 150.000 euros, al igual que a su hijo.