Los problemas que se están registrando en varias zonas de la ciudad, entre ellas A Ferrería, Campolongo o las galerías de la Oliva, con la presencia de personas que consumen alcohol y drogas en la calle, ha vuelto a ser tema de debate en el pleno de la corporación municipal.
Ha sido tras la moción presentada por el PP, que ha reclamado a gobierno municipal que aborde "con seriedad y de manera multidisciplinar" la situación de "degradación constante" que, según Rafa Domínguez, provocan los "incidentes recurrentes" que se producen en la ciudad.
"No son hechos aislados", según Domínguez, para quien se está produciendo un "efecto llamada" ante la "sensación de impunidad" con la que se comportan estas personas, que hace que "cada vez llegue más gente de estas características" a Pontevedra.
En diversas zonas de la ciudad, ha denunciado el portavoz popular, la convivencia "es muy difícil" ante las amenazas y agresiones a vecinos y comerciantes, que han provocado que "haya miedo" entre los residentes a salir a la calle porque avisan a la policía "y no les hacen caso".
Así, los populares han reclamado una mayor presencia policial en las calles, que se refuercen los servicios sociales para atender a las personas con problemas de adicciones y que se modifique la ordenanza de seguridad ciudadana para dar "argumentos jurídicos" a la Policía Local.
"No hay ni la más mínima duda de que Pontevedra es más insegura que hace cinco años", ha sentenciado el líder del PP, que ha instado a atajar el problema "antes de que vaya a más".
El socialista Iván Puentes, por su parte, ha lamentado que tres meses después de que se intensificara esta problemática la gestión del gobierno municipal haya sido "practicamente nula" y que se "fiara todo" a una junta local de seguridad que aprobó reforzar la presencia policial.
Considera que existe en el ejecutivo municipal una "falta de interese clara" por abordar este asunto, ya que según Puentes "creo que non se lle deron ordes neste sentido á Policía Local", debido en gran parte a la carencia "evidente" de efectivos en este cuerpo policial municipal.
Pontevedra, ha sostenido el portavoz del PSdeG-PSOE, "non ten unha casuística especial" con las personas que consumen alcohol y drogas en la calle, pero sí uno de los gobiernos que "menos cartos destina a política social e os problemas afloran en cuestións como esta".
"O que queremos saber é que van a facer hoxe para resolver este problema", ha concluido Iván Puentes, que ha ironizado que las "medidas discretas" de las que habla el BNG "son tan discretas que non as viu ninguén, nin as medidas nin os resultados".
La réplica desde el gobierno municipal la ha dado Eva Vilaverde, responsable del área de seguridad ciudadana, que ha asegurado que en Pontevedra hay "problemas de convivencia" y no de "seguridade ou delincuencia", reiterado que la Boa Vila es una ciudad "segura".
En todo caso, Vilaverde ha asegurado compartir la preocupación de la oposición por estos incidentes "e por iso traballamos con discreción para ir solucionándoos", utilizando todos los instrumentos que el Concello tiene a su disposición para mejorar esta convivencia.
Estos asuntos, ha reiterado la edil del BNG, se resuelven reforzando la presencia policial o mejorando la coordinación con otros cuerpos o servicios "pero non creando alboroto", por lo que le ha pedido "responsabilidade" a Rafa Domínguez y que abandone su "marrullerismo".
"O único que sabe vostede é montar barullo", ha subrayado la concejala nacionalista, que ha pedido al dirigente del PP que "una ao carro da discreción e da colaboración" para abordar esta situación "que xa había cando o PP gobernaba esta cidade e fomos capaces de resolvela".
En el debate sobre esta cuestión se coló la polémica por la instalación de bolardos en la calle Peregrina. Fue después de que el socialista Ivan Puentes, durante su intervención, lamentara que estos elementos tienen como "único fin" el de dificultar el trabajo de los cuerpos de seguridad.
Rafa Domínguez, por su parte, ha recordado que estos bolardos tenían "informes en contra" y ha asegurado que "con la seguridad de los pontevedreses no se juega", advirtiendo al gobierno municipal que "son ustedes responsables de lo que pueda suceder".
Tras estos reproches, Eva Vilaverde ha defendido esta medida. Ha señalado que "con decisións valentes como esta melloramos a seguridade na cidade", matizando que lo que se consensuó con los mandos policiales fue "ser máis sensibles" a la hora de utilizar el espacio público.
Además de esta moción, el PP planteó una segunda iniciativa relacionada con la policía, en este caso defendida por la edil Pepa Pardo para que el pleno respaldara la declaración de los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional como profesión de riesgo.
Esta medida, que supondría equipararles a los policías de cuerpos autonómicos, ha contado con el voto a favor de los cinco ediles del PSdeG-PSOE y con la abstención del BNG.
En el patio de butacas del Teatro Principal, además de miembros del sindicato SUP que se habían manifestado minutos antes por las calles de la ciudad, siguieron el debate representantes de la Confederación Española de Policía (CEP).
Estos últimos, que han calificado como un "sin sentido" la instalación de bolardos, maceteros o badenes en las calles, han subrayado que "no se debe poner nunca en peligro" la seguridad ciudadana y que "se nos escuche" antes de tomar decisiones que afecten a la labor policial.