El pleno de los "minutos de la basura" de la corporación

Pontevedra
15 de marzo 2019

El penúltimo pleno de este mandato fue calificado como el de los "minutos de la basura" por el portavoz de Marea Pontevedra, Luís Rei, ante la proximidad de la próxima cita electoral. Los debates más intensos se produjeron ante la exigencia del PP de que el pleno pida responsabilidades a la presidenta de la Deputación tras la sentencia en relación con el "enchufe" de su cuñada en Vigo

Pleno de la corporación municipal de Pontevedra, del mes de marzo de 2019
Pleno de la corporación municipal de Pontevedra, del mes de marzo de 2019 / Mónica Patxot

Más de tres horas y media duraba el pleno de marzo que se celebraba este viernes 14 en el Teatro Principal. Una vez más, representantes de la Policía Local de Pontevedra se concentraban ante las puertas del edificio y manifestaban su malestar durante los primeros puntos del pleno con el equipo de gobierno debido al conflicto laboral abierto en el que reclaman la equiparación salarial. Liderados por el delegado de Comisiones Obreras, Antonio Millares, los policías pidieron la dimisión del concejal de personal Vicente Legísima después de su intervención en uno de los primeros puntos del día, en el que el Partido Popular solicitaba un reconocimiento a la labor humanitaria de la Brilat y su continuidad en su actual localización, en Figueirido.

Rafa Domínguez, portavoz del PP, se mostró satisfecho porque el BNG vote a favor del "ejército español" y se jactó de varios concejales nacionalistas señalando que el ejército es "el garante último de la unidad de España". Legísima replicó al representante popular alegando que el apoyo era a la misión humanitaria. El debate provocó una intervención del alcalde de Pontevedra señalando al líder de la oposición que el pleno no era el sitio oportuno "para conseguir un orgasmo", lo que provocó la réplica de Domínguez asegurando que Lores era un "grosero". Tras el enfrentamiento dialéctico, los representantes de la Policía Local corearon "goberno de Lores, represores". Finalmente, el apoyo a la Brilat fue secundado por todos los grupos.

También salió aprobado por unanimidad la puesta en funcionamiento de un servicio de "respiro familiar", a propuesta del grupo municipal socialista. En la intervención de María José Rodríguez Teso, la concejala popular se emocionó durante su reclamo de presupuestos sociales.

Además se aprobaba por unanimidad la proposición de Marea Pontevedra sobre los crematorios para que se corrija el vacío existente sobre este tema en el actual Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). La decisión fue aplaudida por un grupo de integrantes de la Plataforma Anticrematorios, que asistían al debate con camisetas amarillas. En este punto, el portavoz de Marea, Luis Rei, manifestaba que este pleno era el de los "minutos de la basura" ante la proximidad de las elecciones y después de cuatro años en que no fue posible sacar un nuevo PXOM.

La propuesta del Partido Popular sobre la retirada del plan de compostaje comunitario no contó con el apoyo plenario a pesar del intenso debate que se abrió en el que se ponían en cuestión los métodos que se están utilizando en el Concello para la instalación de los composteros comunitarios y sobre la situación del proyecto de la planta de Canicouva. El concejal César Mosquera se defendió de las críticas de todos los grupos afirmando que el Concello de Pontevedra y los de la comarca serán los únicos que estén adaptados en 2023 a la normativa europea gracias al plan Revitaliza, que el también vicepresidente de la Deputación promueve desde la insititución provincial.

Se aprobaron por unanimidad las dos mociones de Ciudadanos, una sobre la elaboración de un Plan de Conciliación Personal, Familiar y Profesional de la Ciudadanía y otra sobre la regulación a través de una convocatoria pública de las ayudas municipales para sufragar el servicio de comedor escolar a familias en situación de vulnerabilidad. También, con todos los votos de la corporación, se aprobaban las mociones del PSOE para erradicar la publicidad sexista en el municipio y la de Marea Pontevedra sobre la recuperación ambiental de los terrenos que actualmente ocupan el Parque de Maquinaria y la Imprenta provincial en terrenos de A Xunqueira. Sobre el traslado del Parque de Maquinaria al polígono industrial de Barro, César Mosquera indicó que todo depende de Costas pero, recalcó, que desde la Deputación se quiere dar la máxima agilidad a este tema.

El enfrentamiento más agrio de toda la sesión se produjo como consecuencia de la moción presentada por el Partido Popular para que el pleno exigiera responsabilidades a la presidenta de la Deputación, Carmela Silva, por la sentencia sobre el caso del "enchufe" en Vigo de la cuñada de la máxima responsable provincial. La moción, defendida por José Luis Martín, se centró en culpar a Fernández Lores de ser cómplice de mantener a Silva al frente de la Deputación. El concejal popular arremetió contra la presidenta provincial indicando que "flaco favor hace a las mujeres" al permitir la entrada por la puerta de atrás a su familiar en el Concello de Vigo.

La portavoz de Ciudadanos María Rey le recordó al popular que en la sentencia no se nombra a la política socialista para, a continuación, afirmar "si yo soy hoy Carmela Silva, le llevo al juzgado". El portavoz del grupo municipal socialista Tino Fernández también se centró, durante su intervención, en que durante ese proceso judicial, Silva no había sido llamada ni como testigo y calificó la moción popular como "política rastrera y barriobajera" para invitar a los integrantes del grupo municipal del PP a disfrutar en el "lodo". En el caso del concejal del BNG y vicepresidente provincial, César Mosquera, denominó a los populares de "recadeiros" del PP de Vigo y tildó la moción de "delirante". La propuesta fue rechazada con los votos en contra de todas las agrupaciones, salvo el Partido Popular.

El último tema que se trató fue la moción de urgencia sobre el allanamiento de la Abogacía del Estado en la causa abierta sobre la prórroga de Ence, propuesta por el PP y que fue rechazada por mayoría de miembros de la corporación.