El convento de Santa Clara no deja de dar sorpresas. En la charla de este martes 'Conferencia (casi) de clausura' organizada dentro del ciclo de relatorios de la Deputación, el doctor y arqueólogo Xurxo Ayán doy cuenta de la aparición en los últimos días de las excavaciones del recinto de las Clarisas de munición militar, un material sobre el que el personal experto estuvo estudiando para buscar su contextualización hasta el día de hoy.
Según explicó Ayán, en diferentes localizaciones de los terrenos del convento aparecieron un botón de un uniforme de infantería del siglo XIX vinculado a una unidad militar, un proyectil muy utilizado en las guerras carlistas, y también otro ‘casquillo’ relacionado con la etapa de la Guerra Civil.
Ayán hizo un análisis de los hallazgos desde una visión de la arqueología no común, la arqueología del conflicto, en la que se suelen encontrar muy diferentes tipologías de municiones. Según dijo estos elementos por sí mismos aportan mucha información, ya que con su observación se puede saber si fueron percutidos o no, y donde fueron fabricados gracias a los símbolos de origen.
En cuanto al cartucho del siglo XIX, el experto subrayó que es de origen francés, muy típico de las guerras carlistas, sobre todo de la última en la década de 1870. Señaló que personal investigador suele encontrar ejemplares semejantes en los estudios de arqueología de las carlistadas en el País Vasco.
El botón, explicó Ayán, es el elemento quizás más interesante puesto que es de infantería, con una tipografía identificable que pone el número 22. "A infantería do exército español no XIX estaba organizaba en batallóns numerados. Sabemos que o número 22 tivo unha longa experiencia ao longo do s. XIX, dende a Guerra da Independencia ata os anos da II República, Cando foi remodelado. Tivo unha importancia enorme este batallón na Galiza, aínda que procedía da Castela – de Madrid-, no que se chaman os sucesos políticos, nos golpes de estado entre liberais, moderados e progresistas ao longo do XIX, que enviaban estas tropas para ‘dar leña’ sobre todo. O curioso é que en todo o percorrido desta unidade batallón unicamente estivo unha vez en Galiza".
Según comentó Ayán, el batallón estuvo en el país "para reprimir a revolución de 1846, a famosa da orixe do provincialismo galego e, se queremos, do nacionalismo galego. Estas tropas estiveron reprimindo o movemento que reivindicaba o Reino de Galiza", subrayó, para manifestar su curiosidad sobre cómo llega ese botón al convento de clausura.
En este sentido, explicando que los accesos al convento estaban perfectamente controlados (desde mercancías, ideas, o personas) Ayán destacó que se abren varias hipótesis por ser elementos vinculados a la milicia pero también a hombres, haciendo broma sobre un posible amorío entre una monja y un infante. "Son elementos vencellados ao mundo masculino militar androcéntrico e haberá que preguntarse que fan eses elementos nun convento de clausura, indo máis alá da anécdota e vendo o espesor histórico que agocha todo isto", dijo.
Como explicación, el experto destaca que hay un período clave que es el sexenio revolucionario entre 1868 y 1874 cuando las monjas son exclaustradas y en Santa Clara hay diferentes proyectos –como el hospicio y otras iniciativas públicas-, por lo que "e é probable que elementos militares e civís, estes restos de uniformes, teñan que ver coa ocupación civil e militar dese espazo cando marchan as monxas. Ou tamén pode ser roupa que ficara doada ao convento... Ábrense miles de posibilidades".
En el caso del segundo ‘casquillo’, explicó Ayán, no fue disparado, y está totalmente liso, sin marca de fábrica. Sin embargo, aclaró, se identifica perfectamente como un Mauser alemán, que fue el fusil reglamentario del ejército español desde 1890, y que durante la Guerra Civil española fue el empleado por el bando franquista, por el ejército sublevado, procedente de fábricas de la Alemania nazi y Austria, mientras que el sector de la República echaba mano de fusiles soviéticos y remanentes de otras guerras anteriores como la de México.
Ese proyectil, indicó el experto, se puede poner en relación claramente con el siglo XX, recordando los miedos de las monjas por la quema en Madrid de conventos e iglesias.
De este modo, Ayán introdujo en su discurso el tema de la Guerra Civil y de la Posguerra, haciendo un análisis de Santa Clara no solo intramuros, sino también con su entorno y lo que fue en aquel entonces el nacionalcatolicismo.
Ayán recordó en este punto a represión fascista de la Guardia Cívica liderada por Víctor Lis Quibén, jefe del grupo paramilitar que hizo la represión en Pontevedra, y que tenía el cuartel en la parte sudoeste de la Plaza de Barcelos, en los bajos de un edificio hoy ocupados por una conocida marca de lencería. También recordó el grupo de viviendas Santa Clara, pegado al convento, que aún mantiene la placa de Falange. . "E todo isto permite falar da Alcaldía de Filgueira Valverde, entre o 59 e o 68, e o seu papel de promoción e axuda ao convento. Por exemplo, creou o coro do instituto vencellado a Santa Clara no ano 1953. Despois en Arquivo atopamos documentación do gobernador civil e do propio Filgueira cando era alcalde que conseguiron financiamento da Obra Social do Movemento para a reforma do interior do convento entre os anos 1959 e 1961. Isto tamén é interesante, falar de que foi do convento durante o réxime franquista, tempo no que había unha clara relación –entre o poder e as monxas- porque o nacionalcatolicismo consistía un pouco precisamente niso", destacó.
Por otra parte, Ayán también hizo un análisis sobre el proceso de conformación de la identidad de las monjas clarisas y su clausura desde que entraban de novicias hasta que morían, destacando cómo en el convento a arquitectura, los objetos, la cultura material eran herramientas para disciplinar y para generar esta identidad.
"Un convento é como unha clínica, un cuartel, e gústame reflexionar un pouco sobre iso", destacó, para recordar algunos párrafos del libro ‘De mi viejo carnet’ de Prudencio Landín que explican como eran las celdas de las monjas, como se vestían, como cortaban el pelo o usaban el cilicio y tenían sus actividades y el tiempo totalmente regulados estableciendo ritmos, obligaciones y regulando los ciclos de repetición, poniendo de manifiesto una "estratexia coercitiva de xénero claramente cara as mulleres".
El ciclo de charlas sobre Santa Clara finalizará este miércoles a las 19.30 horas con la séptima conferencia. La intervención correrá a cargo de las doctoras María Martínez y Carmen Salinero, que hablarán de las ‘Plantas en el pasado y en el presente del convento de Santa Clara’.