La Plataforma pola Defensa do Centro de Saúde de Seixo llevó a cabo este miércoles la colocación de pancartas para denunciar los recortes en la atención sanitaria que afectan al municipio de Marín. Este movimiento que agrupa a veinte colectivos de las parroquias de San Tomé de Piñeiro, O Campo, Seixo y Ardán, pide a la alcaldesa María Ramallo que haga presión a través del PP en la Xunta para que se busquen soluciones.
La idea de instalar estas pancartas, una de ellas situada delante del edificio del Concello, busca alertar a las autoridades sanitarias de que en Navidad también "enfermamos", indican desde la Plataforma que lidera Iria Aboi.
Aseguran que la semana pasada, la gerencia del área sanitaria canceló las citas de la doctora, al encontrarse de baja, que cubre el cupo del facultativo jubilado dos días a la semana en Seixo y tres en Marín. Desde la Plataforma culpan a la gerencia de José Ramón Gómez de esta situación al entender que "su política y la de la Consellería es no contratar y así no se cubren bajas, permisos ni jubilaciones, que es el origen del problema en Seixo, desde hace más de cinco meses".
Insisten en pedir un segundo médico a tiempo completo en el Centro de Salud de Seixo. Señalan que se está deteriorando la atención primaria y servicios como Radiología, con pacientes que esperan casi tres meses para recibir información de una placa.
Representantes de este colectivo también presentaron un escrito por registro demandando a la alcaldesa que conteste por escrito con información de su agenda en relación con las reuniones oficiales que mantuvo para tratar la situación sanitaria del Concello. Exigen saber los días, horas, asistentes y acuerdos alcanzados para saber de esas gestiones "de las que tanto presumió en la prensa y de las que todavía no ha dado cuenta públicamente". Culpan a Ramallo de incumplir la ordenanza municipal de transparencia, después de haber comprobado que la alcaldesa había mantenido un encuentro en el Centro de Salud de Seixo.
La Plataforma indica que se mantendrán activos porque el vecindario está "harto de que se juegue con su derecho a la salud" y continúe sufriendo retrasos en la atención médica.