Instalarán tres bolardos extraibles en Peregrina para cortar los 'atajos' de los repartidores

Pontevedra
09 de abril 2024
Actualizada: 30 de septiembre

El gobierno municipal ha ordenado la instalación de tres bolardos extraibles para atajar de raíz una situación que llevan detectando desde hace tiempo: el paso de los camiones de reparto por el tramo peatonal de la calle Peregrina, entre la Fuente de los Niños y Daniel de la Sota o García Camba

Rúa Peregrina, Pontevedra
Rúa Peregrina, Pontevedra / Mónica Patxot

El gobierno municipal ha ordenado la instalación de tres bolardos extraibles para atajar de raíz una situación que llevan detectando desde hace tiempo: el paso de los camiones de reparto por el tramo peatonal de la calle Peregrina, entre la Fuente de los Niños y Daniel de la Sota o García Camba.

El edil responsable del área de ordenación del territorio, César Mosquera, sostiene que por esa zona pasan un gran número de repartidores "como atallo", provocando problemas de inseguridad con los peatones que el Concello quiere resolver.

Además, ha asegurado que el paso de estos vehículos provoca que el pavimento esté "a cachos" y que haya que reponer las losetas "cada dous por tres".

"Non é de recibo pois sabemos que moita xente que sae dun portal ou dun comercio xa tivo algún susto", ha asegurado Mosquera, que ha explicado que la decisión de poner barreras físicas en la calzada llega después de que esta circunstancia no se haya resuelto con presencia policial. "A base de presión redúcese un pouco pero non o suficiente", ha señalado.

Los tres bolardos, que se instalarán en los próximos días, se colocarán en la zona más estrecha de la calle, en las inmediaciones de la librería Paz.

El concejal del BNG ha subrayado que "se o asunto amaina se volverán a quitar", ya que esta medida está diseñada para ser "transitoria".

Mosquera ha reconocido que esta medida "non resolve o problema das motos", algo que se seguirá controlando a través de la Policía Local, ni el de los 'riders', que serán objeto de una campaña específica para que cumplan la normativa de circulación.

Reconoce que este es un "problema delicado", ya que se trata de trabajadores que cobran por entregas y que, en muchas ocasiones, tienen "condicións precarias, pero ha sostenido que "se saltan as normas e non pode ser", por lo que habrá una mayor presión sobre ellos.