Este fin de semana, previsiblemente el domingo 5 de julio, entra en funcionamiento el nuevo sistema de control de la capacidad de las playas de Marín, que, a través de la inteligencia artificial, calcula la ocupación en tiempo real de los arenales y traslada esos datos a la ciudadanía en forma de semáforos físicos y virtuales, para que pueda saber, ya antes de llegar, si va a tener opción de acceder o no dada la limitación de capacidad que tuvo que imponerse por la crisis del coronavirus.
Color verde si el nivel de ocupación es bajo, amarillo si es medio, naranja se es alto y rojo si la playa está completa. Esas serán las claves para los ciudadanos, una manera sencilla de saber si es mejor acudir a otra playa o esperar a que esa se vacíe.
El concejal de nuevas tecnologías de Marín, Manuel Santos, dio a conocer este y otros detalles este viernes en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que estuvo acompañado por el jefe de la Policía Local, Benigno Blanco, las concejales Marián Sanmartín y Cristina Acuña y Jorge Cajiao, responsable de la empresa de Marín que diseñó el sistema, The Lab Company.
Jorge Cajiao explicó la parte técnica de este sistema, que ya se había anunciado días atrás para las playas de Aguete, Mogor, Portocelo y Loira, pero del que se desconocían los detalles.
Así, indicó que los sistema es posible gracias a la instalación en cada uno de los arenales de cámaras de visión artificial, que recogen las imágenes con la situación en tiempo real de la playa cada 15 segundos, procesan esos datos e inmediatamente después destruyen esas imágenes. De esta manera, se respeta totalmente el derecho a la intimidad de los usuarios, pues su presencia en la playa no queda ni grabada, pero se tienen los datos precisos para calcular la ocupación real.
Esos datos se procesan de tal manera que lleguen a la ciudadanía de una forma muy sencilla de entender, a través de los colores de los citados semáforos. Todas las personas que deseen verlos podrán consultarlos en las redes sociales y página web del ayuntamiento, en una App para dispositivos móviles que estará disponible en los próximos días y también de forma física, pues está previsto que en un plazo de una semana o diez días estén instalados en las playas y también a través de una pantalla LED a un lado de la parada de autobús de la avenida de Ourense, en el casco urbano de Marín.
De esta manera, el ciudadano tiene "una visualización en tiempo real", actualizada cada 30 segundos, de cómo está la ocupación de cada playa sin salir de la casa o desde cualquier lugar, para no tener que llegar a la playa y encontrarse con que no puede entrar, pero tampoco se deja de lado a las personas que carecen de acceso a las nuevas tecnologías, pues podrán verlo al pie del arenal o antes de coger el autobús o salir del casco urbano de Marín.
Esta información, además, se completará con datos sobre la predicción del tiempo de Meteogalicia, el estado de las mareas o la temperatura del agua, ofreciendo al ciudadano "todos los datos que podrían ser el factor determinante para decidir si ir a la playa o no".
El sistema diseñado permite saber la ocupación de la playa completa y también por zonas, y será de gran utilidad para el control complementario que realizará la Policía Local de Marín. Durante todo el verano una patrulla se encargará de controlar las distintas playas y garantizar que se respeta la capacidad de cada una. Es de 969 personas en Portocelo, 1.280 en Mogor, 2.645 en Loira y 1.693 en Aguete.
"Cuando el semáforo nos indique que está de color rojo, esa zona que está en color rojo procederemos personalmente a cerrarla", explicó Benigno Blanco. Al estar dividido por zonas, "a lo mejor no tenemos que cerrar una playa entera sino cerrar una parte de ella nada más".
Cuando hablan de cerrar, no se trata de impedir que la gente entre o salga sino de un "control de accesos" que implicará, por ejemplo, que cuando salgan 15 personas entren otras 15, para minimizar al máximo las aglomeraciones y convertir las playas de Marín en lugares anti contagios.