James Rhodes, una mañana de "paz y armonía perfecta" en el centro penitenciario de A Lama

Pontevedra
04 de marzo 2019

Dicen que la música traspasa fronteras. Incluso aunque uno de esos muros sea el de una cárcel. Lo ha comprobado el pianista británico James Rhodes que, tras sus dos conciertos en Santiago y A Coruña, ha ofrecido un tercer recital en Galicia. Ha sido en la prisión de A Lama

James Rhodes, en su concierto en la cárcel de A Lama
James Rhodes, en su concierto en la cárcel de A Lama /

Dicen que la música traspasa fronteras. Incluso aunque uno de esos muros sea el de una cárcel. Lo ha comprobado el pianista británico James Rhodes que, tras sus dos conciertos en Santiago y A Coruña, ha ofrecido un tercer recital en Galicia. Ha sido en la prisión de A Lama.

Rhodes ha protagonizado un recital gratuito, solo para internos y trabajadores del centro penitenciario y para las ONG que colaboran con el Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales (PAIEM), que fue de donde partió esta iniciativa.

Un grupo de 33 internos de este programa enviaron una carta el pasado mes de diciembre al pianista para invitarle a dar este concierto en el auditorio del centro. "Te sorprenderá desde donde te escribimos", comenzaba esa misiva.

El artista, según la dirección del centro, no tardó ni 24 horas en contestar a esta petición. "Me encanta la idea", señaló Rhodes, activista contra los abusos a menores.

Así, el concierto se celebró este lunes 4 de marzo. Poco después de las nueve de la mañana, los internos del penal pontevedrés pudieron disfrutar, entre otras piezas, del primer movimiento de la Sonata nº 15 de Beethoven, el scherzo nº2 de Chopin y la melodía de Orfeo y Eurídice de Gluck.

Fue ante un salón de actos a rebosar y un silencio absoluto que ha sorprendido al propio pianista. Hora y media "de paz y armonía perfecta en medio de tanta locura", como los internos calificaban la música de Rhodes en su carta. 

La carta fue enviada tras la lectura conjunta en el módulo del libro Instrumental del británico y sobre el que conversaron tras el concierto: sobre la infancia complicada de Rhodes y su trabajo para "arreglar lo que está roto por dentro".

Uno de los internos le ha preguntado sobre la sensibilidad creativa de las personas con enfermedades mentales. La respuesta de James Rhodes fue que "todo el mundo tiene muchas cosas dentro" y que para él la música es la mejor forma de sacarlas, "la mejor manera de escapar" con su soledad "yo y mi piano".

"La creatividad es una manera de hacer frente a los problemas de salud mental. ¿Cuánta gente en esta prisión puede pintar, crear música y no tenemos ni idea?", ha destacado el pianista.

Por ello, Rhodes ha elogiado el trabajo del PAIEM que este año cumple diez años de su implantación en el centro pontevedrés.

El programa, en el que intervienen tanto sanitarios como profesionales de tratamiento penitenciario, pretende dar respuesta a las necesidades en materia de salud mental de internos e internas en centros penitenciarios.  

Los de A Lama han cumplido esta mañana una ilusión. O, como ellos explicaban en su misiva, parafraseando una máxima de Rhodes: "existe una posibilidad (mayor de lo que crees) de que todo salga bien". Hoy ha sido uno de esos días.

El propio James Rhodes ha compartido su satisfacción por este concierto a través de sus redes sociales.