Juan Carlos I sale a navegar en el Bribón 500 para su toma de contacto con las Rías Baixas

Sanxenxo
20 de abril 2023
Actualizada: 15:42

Patroneando el Bribón 500, y acompañado por otros cuatro miembros de su tripulación, salió al campo de regatas a las 12.00 horas de la mañana. A diferencia de lo ocurrido en su visita de mayo de 2022, evitó todo contacto con la prensa. Tan solo cuando ya salía hacia el campo de regatas, levantó la mano para saludar. Estuvo cerca de tres horas entrenando

El rey emérito, a bordo del Bribón en Sanxenxo
El rey emérito, a bordo del Bribón en Sanxenxo / Mónica Patxot

El rey emérito se ha reencontrado este jueves con las aguas de la Ría de Pontevedra. Patroneando el Bribón 500, y acompañado por otros cuatro miembros de su tripulación, salió al campo de regatas a las 12.00 horas de la mañana para una toma de contacto con el velero antes de que el sábado comience a disputarse la II Volvo Autesa Cup y, tras cerca de tres horas de entrenamiento, a las 14.45 horas, regresó a tierra. 

El rey estuvo en el campo de regatas en el que competirá durante las jornadas del sábado y el domingo, haciéndose de nuevo con el barco y con la Ría de Pontevedra. Ya en tierra, igual que hizo antes de salir al mar, abandonó el velero ayudado por dos personas.

Luego, salió directamente en dirección al coche de Pedro Campos y abandonó el puerto deportivo. A pesar del intento de los medios de comunicación de que hiciese unas declaraciones, se limitó a saludar desde el coche sin bajar la ventanilla.

Por la mañana, tras haber pasado la noche en la casa de su amigo de Pedro Campos, salió de la vivienda de Nanín a las 11.20 horas en el coche conducido por su anfitrión y llegó a las instalaciones del Real Club Náutico de Sanxenxo siete minutos más tarde. 

A diferencia de lo ocurrido en su visita de mayo de 2022, cuando solía saludar a los medios de comuncación e incluso bajar la ventanilla del coche a su llegada, este año Juan Carlos I evitó todo contacto con la prensa. Tan solo a mediodía, cuando ya salía en el Bribón hacia el campo de regatas, levantó la mano para saludar a la multitud que observaba la maniobra desde el espigón del Náutico. 

A su llegada al Náutico, nada más bajarse del Volvo de Pedro Campos, el rey emérito se encontró sonriente con un grupo de sus amigos gallegos que aprovecharon para saludarle y hacerse fotos con él. Llamó la atención la ausencia del alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, a quien sí se le esperaba. 

Luego, con mucho cuidado y despacio, y vestido con gorra y el polo del equipo del Bribón, bajó las escaleras que dan acceso al pantalán perimetral, en el que suele estar amarrado el Bribón .

El descenso de las escaleras fue con dificultad, si bien con más agilidad que hace once meses. Una vez en el pantalán, examinó el estado del velero. Minutos después, apoyado en otras tres personas, subió al Bribón.

Convenientemente sujeto y atado al asiento, salió a navegar, custodiado por una lancha auxiliar con Pedro Campos como patrón. La embarcación está bautizada como Cristina, el mismo nombre que la mujer de Pedro Campos, Cristina Franze. 

La maniobra la presenció, desde el espigón, un nutrido grupo de personas, varias decenas, que, a su salida del pantalán, aplaudieron y gritaron "Viva España" y "Viva el Rey".