El Ministerio de Fomento ha desbloqueado el proyecto de la autovía A-57 iniciando el proceso de expropiaciones del tramo Vilaboa - A Ermida, que formará parte de la futura circunvalación de Pontevedra. Desde entonces, los vecinos de Marcón están en vilo. A aquellos a los que el asfalto les llevará por delante fincas y bienes se unen los que verán afectado su suministro de agua. El trazado arrasará depósitos, mangueras y/o manantiales de siete comunidades de aguas distintas de la parroquia.
Fuentes vecinales calculan que el trazado afecta a los puntos de suministro de agua de unos 1.400 vecinos, si bien el dato todavía no ha sido cotejado por la comunidad de montes. Su presidente, ÿscar Coto, sí resalta que la mitad de los lugares de la parroquia se verán afectados, pues hay muy pocas zonas de Marcón que estén ya conectadas a la red de suministro municipal y la mayoría dependen de manantiales y depósitos situados en Pintos y A Ermida, cuyos montes se verán decapitados por la futura autovía.
El trazado que ha salido a la luz una vez que el Ministerio de Fomento ha iniciado el levantamiento de actas previas a la ocupación de bienes y derechos afectados por las obras revela que tocará instalaciones de las comunidades de aguas de los lugares de Pintos, A Ermida, Marcón-Marcón, Valadares, A Ría de Arriba y Sabarís (en este caso, con dos comunidades distintas afectadas) y entre los bienes afectados hay tres manantiales.
El paso de la carretera nunca dejará sin agua a los vecinos, pues está considerado un bien de primera necesidad y Fomento ya tiene prevista en su proyecto la reposición de todos los servicios que puedan verse afectados, pero la preocupación vecinal no desaparece, pues desconocen cómo va a ser posible que se repongan todos los suministros.
Todos los vecinos afectados de Marcón se reunieron dos veces en la última semana para abordar todos los aspectos relacionados con la futura infraestructura. La primera reunión fue una asamblea de la comunidad de montes celebrada el domingo y la segunda un encuentro con abogados e ingenieros el miércoles por la noche en el que tuvieron la opción de consultar mapas y analizar de forma conjunta cuáles serán las líneas a seguir para que se les garantice la solución al nuevo panorama que la A-57 deja en la parroquia.
El trazado se lleva por completo las naves de las comunidades de aguas de A Ermida y Pintos y afecta a manantiales y mangueras de las otros cinco. En las dos primeras el proyecto prevé volver a construir los depósitos en otro punto del monte no afectado por la carretera, pero no se da seguridad a los vecinos de que se repondrán en las mismas condiciones, con depósitos iguales y de las mismas características que los actuales. Ellos ahora pedirán garantías de que se hará y muestran preocupación por posibles cortes en el suministro vinculados a las obras necesarias para la construcción de las nuevas naves.
En el caso de las comunidades de aguas en las que la autovía se llevará los manantiales el Ministerio de Fomento prevé buscar puntos para captar agua monte arriba o la construcción de pozos, pero entre los vecinos crece la preocupación sobre la posibilidad de que no se encuentren otras vetas de agua en lugares próximos.
Además, en los casos en los que se haga necesario construir pozos, reclamarán que la Administración se haga cargo de su construcción y de los gastos vinculados al mismo (fundamentalmente gasto eléctrico) durante el tiempo equivalente a la vigencia de la concesión que tienen sus depósitos actuales. Es un compromiso que Fomento adquirió con vecinos afectados por los trazados de otras obras como la línea de alta velocidad de Vilagarcía.
Los vecinos afectados están convocados para el levantamiento de actas en el Pazo da Cultura del 11 de noviembre al 28 de noviembre, de lunes a jueves en horario de 9.30 a 14.00 horas.