Sin sorpresas sobre el guión previsto, Pontevedra vuelve a tener alcalde nacionalista. Miguel Anxo Fernández Lores volvió a levantar el bastón de mando este sábado, como lo lleva haciendo por siete mandatos consecutivos desde 1999. Lo hizo a las 12.45 horas de este sábado tras ser elegido regidor por 14 votos frente a los 11 que logró el candidato del PP, Rafa Domínguez.
De cara a su séptimo mandato consecutivo al frente de la ciudad del Lérez, el propio Lores aseguró, en su discurso ya como alcalde, que propone "abrir unha nova etapa, unha nova fase na construción do futuro de Pontevedra".
Propone, pues "mirar cara o futuro cunha mirada limpa, observando ás tendencias que nos poidan conducir ao futuro mellor e reconsiderando as bases sobre as que construír o noso futuro".
Así, "coa man tendida, cos brazos abertos", invitó a todos los grupos políticos, a todos los agentes sociales y a toda Pontevedra "a que abramos unha nova etapa", en la que "desde o respecto polas lexítimas diferenzas e discrepancias, traballemos aunando esfozos para avanzar nas direccións correctas".
Además, asume el mensaje de los pontevedres, que le dieron menos apoyo este 2023 que cuatro años antes, y señala que que en esta nueva etapa que abre propone "dar un novo impulso e reformular a dirección na que se camiña para adaptarse aos tempos e corren e avanzar na dirección correcta".
Tras ocho años de coalición con el PSOE, en esta ocasión, logró la investidura sin haber alcanzado un acuerdo de gobierno. Varias jornadas de negociaciones después, y pese a no lograr reeditar el bipartito, el PSOE sí facilitó su elección y le dio sus cinco actas para convertirse en alcalde. En su discurso, Lores les agradeció su apoyo.
El reelegido alcalde reconoció que es consciente de que el apoyo para gobernar "é condicional" y "está supeditado á mellora da acción de goberno", de modo que, además de agradecer ese respasldo par ser regidor, asegura que lo toma como "unha obriga de facelo mellor" y "unha asignacióin de deberes para mellorar as cousas" en Pontevedra.
Estes sábado ha sido la décima vez que toma posesión como concejal en Pontevedra, desde su primera incursión en la Corporación en la oposición en 1987 y su séptima vez como alcalde y, sin embargo, pese a esas "experiencias abondosas e variadas", aseguró que la de este sábado ha sido "a que máis emoción e ilusión me xera".
El PP, lista más votada, con 11 concejales, presentó a Rafa Domínguez como candidato, pero Lores fue investido por sus 9 actas y las 5 del PSOE, dentro del marco de acuerdos firmados entre el PSOE y el BNG para toda Galicia.
Rafa Domínguez pidió sin éxito el apoyo del PSOE para ser elegido alcalde con un discurso que recordó sus propuestas políticas y que el PP ganó las elecciones "de forma contundente", lo que quiere decir que "es el partido que mejor ha entendido los intereses de Pontevedra".
El PP es, en opinión de Domínguez, el partido "al que recurren los pontevedreses para tratar de buscar soluciones para los problemas de la ciudad" y reprocha a Fernández Lores y al PSOE de no haber conseguido un acuerdo.
Al líder del PSOE, Iván Puentes, le afeó que "antepone sus intereses a los intereses de los pontevedreses" y también que antepone "sus intereses políticos a los intereses de su programa".