Los daños en una cabina telefónica del casco histórico reabren el debate sobre su retirada

Pontevedra
11 de diciembre 2018

El presidente de Zona Monumental recuerda que en los últimos años ya solicitaron en múltiples ocasiones la retirada de todas las cabinas del casco histórico, que hace tiempo que no tienen uso. Además, avivan la demanda de que se instalen cámaras para vigilar el patrimonio público

Cabina telefónica dañada entre Benito Corbal y la plaza de Ourense
Cabina telefónica dañada entre Benito Corbal y la plaza de Ourense / Mónica Patxot

La cabina telefónica ubicada en el tramo inicial de la calle Benito Corbal, justo en el entronque con la plaza de Ourense, sufrió durante el pasado fin de semana daños presuntamente a causa de un acto vandálico. Los destrozos, de gran gravedad en tanto que afectan a una pieza de mobiliario público, han supuesto, además, reabrir un debate que surge en Pontevedra periódicamente: la necesidad de actuar ante su falta de uso y estado de abandono. 

Los daños en el citado teléfono público, ubicado en el entorno de las escaleras de acceso a la iglesia de San Francisco, se registraron en algún momento del fin de semana, presuntamente el sábado. Si bien la Policía todavía no ha podido establecerlo, personas del entorno consultadas por PontevedraViva indicaron que en la noche del sábado ya estaba destrozada

En concreto, el vándalo o vándalos arrancaron una parte de la cabina, que quedó tirada en el suelo. Esta grave agresión viene a empeorar todavía más la situación ya de por sí mala, pues el elemento lleva años con un estado de abandono y apenas usado. Ahora tan sólo uno de los teléfonos instalados está utilizable. 

A raíz de los daños en esta cabina en concreto, desde el Centro Comercial Ubano (CCU) Zona Monumental han recordado que en los últimos años ya solicitaron en múltiples ocasiones la retirada de todas las cabinas del casco histórico, que hace años que no tienen uso, suponen un obstáculo para la movilidad peatonal y dan mala imagen. 

"Hay que estar con los tiempos", destaca el presidente de la asociación de comerciantes del casco histórico, Miguel Lago, que destaca que con la proliferación de los móviles estos elementos apenas tienen uso y, además, aprovecha para avivar una petición que ya lleva hecho en múltiples ocasiones en los últimos años: la instalación de cámaras de vigilancia en el casco histórico. 

Al respecto, indica que esas cámaras son piezas importantes para vigilar el mobiliario público, protegerlo de actos vandálicos y, en caso de que se produzcan, ayudar a localizar sus autores. De existir esas cámaras sería más fácil investigar actos vandálicos como los daños en la estatua del loro Ravachol registrados el pasado fin de semana sin necesidad de tener que solicitar las grabaciones de los servicios de seguridad de un banco, como es el caso. "Tendríamos imágenes propias y no habría que pedirlas prestadas", sostiene.

Además del estado de abandono de la ubicada la calle Benito Corbal destaca la imagen que presenta la cabina de la plaza de Curros Enríquez, con uno de los dos lados -en cada uno hay instalado un teléfono- totalmente roto desde hace tiempo.

A nivel general, los teléfonos públicos tienen los días contados a raíz de que hayan dejado de estar considerados como servicio universal de telecomunicaciones que ofrece el Estado. La última prórroga por este servicio concedida a Telefónica caduca el 31 de diciembre de este 2018.

En toda España hay, según las estadísticas más recientes de la empresa Telefónica, más de 16.000 teléfonos públicos instalados y la mayoría tienen una media de una llamada al día. De hecho, según el Eurobarómetro de 2014, el 88% de los españoles nunca ha usado una cabina.