Desde que se inició el estado de alarma, la actividad en la Cruz Roja se ha vuelto frenética. La puesta en marcha del Plan Responde frente al COVID-19 en todo el territorio español está funcionando desde el primer día con la intención de ofrecer los recursos esenciales a las personas que, durante esta pandemia, más lo necesitan.
María Durán, responsable de comunicación de Cruz Roja Pontevedra, señala que comenzaron realizando llamadas a más de 9.000 personas en toda la provincia de edades avanzadas y en situación de riesgo para conocer en que situación se encontraban y ponerse a su disposición para el caso de que presicen alguna ayuda urgente.
Este trabajo se realiza con la ayuda de más de 200 nuevos voluntarios que respondieron a la campaña de filiación desarrollada por la Cruz Roja en la provincia. Todos cuentan con las medidas de seguridad y conocen los protocolos para intervir en los casos de ayuda en que son demandados.
Ahora, se encuentran en la fase de recoger demandas, sobre todo en casos de personas mayores que viven solas. Este mismo miércoles atendían el caso de un usuario de Vilaboa que precisaba que le proporcionaran agujas para la inyección de insulina. Los voluntarios se trasladan con un certificado de movilidad que especifica la función que están realizando.
Durante este mes, afirma María Durán, perciben una gran demanda de vales de alimentos. Las empresas que se han acogido a ERTEs han provocado que numerosas familias se hayan quedado con escasos recursos y a la espera del cobro de ayudas. La representante de Cruz Roja indica que desde la organización se prioriza aquellos casos de familias donde hay menores pero intentan cubrir el máximo de población que lo precise.
María Durán: "Tenemos que apoyar a la gente. Estamos devolviendo a la ciudadanía todo el apoyo que siempre han prestado a la Cruz Roja".
El voluntariado también se encarga de atender a las personas sin vivienda que utilizan como albergue el Pabellón Multiusos de A Xunqueira, que estableció el Concello de Pontevedra. Allí la Cruz Roja montó 50 camas con sacos de dormir y almohadas para que esas personas puedan descansar durante su estancia. Actualmente, alrededor de una quincena de ciudadanos sin hogar emplean estas instalaciones a diario. La Cruz Roja también gestiona los albergues de Vilagarcía de Arousa y de Vigo.
Otra de las actividades consiste en mantener contacto telefónico con los escolares a través del apoyo del voluntariado. Y también se pone en marcha la orientación laboral a través de recomendaciones que se realizan a través de una llamada.
"El teléfono no para", reconoce María Durán, orgullosa de la labor que están acometiendo: "Tenemos que apoyar a la gente. Estamos devolviendo a la ciudadanía todo el apoyo que siempre han prestado a la Cruz Roja".
Entre otras iniciativas, que se centralizan desde el Plan Cruz Roja Responde, se encuentra la de apoyo psicosocial para cualquier persona que precise hablar. Los voluntarios psicólogos de toda la red atienden las llamadas desde las 10.00 hasta las 14.00 horas y desde las 16.00 hasta las 20.00 horas. Las llamadas son anónimas y gratuitas en el número 900.107.917 del teléfono Cruz Roja Te Escucha.
"La logística está siendo brutal", afirma María Durán, que reconoce que también se están encontrando con el lado más amable de la gente, que tiene ganas de hablar y que están pendientes y reconocen su trabajo.
Otro grupo se encarga de elaborar EPIs (equipos de protección individual): bolsas de mascarillas y pares de guantes. Para todos estos trabajos, María Durán afirma que están contando con el apoyo de numerosas entidades y empresas que donan material de protección y realizan donaciones.
Aquellas personas que estén interesadas en colaborar con la Cruz Roja puede ponerse en contacto con la organización a través del correo electrónico: