"Que se haga justicia", la petición de una madre cuya hija denuncia abusos por parte de su padrastro

Pontevedra
05 de octubre 2021
Actualizada: 17:06

Una pequeña representación del Colectivo Feminista de Pontevedra arropó este martes en la Audiencia Provincial a Olga y a su hija, que denunció que su padrastro abusó de ella con 14 años. Las feministas piden que se le condene por violación: "Cualquier situación que se dé contra tu voluntad y contra tu cuerpo tiene que ser considerada violación"

Concentración del Colectivo Feminista de Pontevedra en apoyo a Olga y su hija
Concentración del Colectivo Feminista de Pontevedra en apoyo a Olga y su hija / Mónica Patxot

La de este martes ha sido una mañana dura para Olga y su hija. En el año 2018 denunciaron que cuando la chica tenía 14 años, sufrió tocamientos y relaciones sexuales completas no consentidas con el que entonces era marido de su madre y padre de sus hermanas, con quién convivía.

El caso llegó a juicio este martes, cinco años después de los hechos, tres después de la denuncia, y al tercer intento, pues hubo dos suspensiones anteriores. Al revivirlo, la chica se desmoronó, sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que suspenderse la vista oral para que pudiese reponerse. 

Los nervios ya se le notaban a Olga nada más llegar a la Audiencia Provincial de Pontevedra, en cuyo interior se celebraba el juicio. Muy afectada, atendió a los medios de comunicación y contó que de la sesión tan solo esperaba una cosa, "que se haga justicia". 

Ya antes de entrar a la sala del juicio sabía que sería duros y a la pregunta de cómo estaba su hijo no le encontró respuesta y se limitó a decir: "sin palabras". Sí repitió el tiempo pasado desde los hechos hasta este juicio. "Es mucho tiempo, es mucho tiempo, mucho", declaró de forma reiterada. Sabía además que "volver a vivir todo esto" iba a ser duro para su hija mayor, como finalmente se confirmó. 

Para arroparla, se desplazaron hasta la Audiencia varias integrantes del Colectivo Feminista de Pontevedra, que desplegaron su pancarta y le dieron su apoyo. Para Olga resultó reconfortante, pues agradece todo el apoyo de todas las asociaciones feministas. "Son mi familia. Somos una familia y les agradezco mucho que estén aquí todas". 

Entre las integrantes del colectivo asistentes estaba Catarina Cosque, que explicó que acudieron a las puertas de la Audiencia "para dar apoyo a las víctimas de este caso", pues consideran que no solo está sufriendo la chica supuestamente abusada, sino que "está sufriendo la familia entera".

Han querido arroparlas y aseguran que harán lo mismo con "cualquier mujer que esté en esta situación" porque "ya que muchas veces desde las instituciones no sea el apoyo necesario, pues tenemos que estar los colectivos feministas para dar este apoyo". 

Jennifer Iglesias, compañera del colectivo, sostiene que "en el Código Penal la figura del abuso es demasiado laxa y cualquier tocamiento o cualquier situación que se dé contra tu voluntad y contra tu cuerpo tiene que ser considerado violación". Su afirmación tiene su explicación en la petición de la Fiscalía. 

El fiscal, Juan Carlos Aladro, considera al acusado autor de cuatro delitos de abuso sexual y un delito continuado de abusos sexuales por los que pide una condena de 15 años y 9 meses de prisión, pero los colectivos feministas creen que el delito debe ser agresión sexual o violación

Así, señalan que el hecho en sí ya es grave, pero lo es más si se tiene en cuenta de que la niña era menor y el supuesto autor era la pareja de su madre, a quien según citaron algunas fuentes, la niña consideraba como su padre, y que también es padre de sus hermanas. Ella es hija de Olga de una relación anterior y juntos tuvieron dos hijas biológicas. 

Mientras el colectivo feminista se concentraba a las puertas de la Audiencia, en el interior del edificio judicial el juicio se celebró a puerta cerrada para salvaguardar la identidad de la víctima. Igualmente, no se facilitan imágenes del acusado para evitar, a través de él, saber la identidad de la víctima y, de esta forma, proceder a una doble revictimización al hacer públicos los hechos.

Pese a que se tomaron todas las precauciones para proteger su imagen y para evitar su contacto directo con el acusado, la chica declaró y sufrió un ataque de ansiedad en el que necesitó apoyo psicológico. 

El juicio empezó este martes, pero no pudo terminar por la ausencia de un testigo esencial, según confirmaron fuentes judiciales. Tras practicar el resto de la prueba, se suspendió y se retomará el próximo 14 de octubre. Ese día está prevista la declaración de este testigo y también las conclusiones de las partes. 

Durante la vista oral, la víctima revivió los hechos, que, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, comenzaron en el verano del año 2016. Aprovechando que la esposa se había ido temprano a trabajar, el acusado le pidió a su hijastra que se acostara en la cama matrimonial y allí, la manoseó.

Los tocamientos se repitieron varias veces e incluso en una ocasión en la que la hijastra "había bebido en exceso", según la Fiscalía, cuando ella estaba acostada y "sin permiso de la menor y movido por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales" mantuvo relaciones sexuales con ella.