La Escuela de Ingeniería Forestal del campus de Pontevedra está implicada en el estudio integral de prevención de incendios que ha promovido la Deputación. La primera presentó ya una cartografía de los incendios forestales en la provincia.
Juan Picos es director de la Escuela de Ingeniería Forestal; Julia Armesto es profesora de dicho centro y Laura Alonso, graduada en Ingeniera en la escuela pontevedresa. Todos participan en este estudio que ocupa las Conversas na Ferrería esta semana.
El planteamiento de partida del estudio era determinar qué actuaciones convendrá llevar a cabo para evitar situaciones como las de octubre de 2017. Han realizado algo así como una autopsia de lo que pasó a través de una cartografía de satélite, como plataforma. A través del Proyecto Copernicus han recabado ingente información. Dado que nunca antes se había utilizado con ese objetivo, Laura indica que "a la hora de hacer el procedimiento se han tenido que ajustar datos para que coincidieran con este satélite".
La gran contribución de estos técnicos ha sido "conseguir desarrollar un procedimiento para cartografiar con una imagen de satélite todos los incendios que se produjeron en estas fechas; y ser capaces de detectar los niveles de severidad de cada incendio", explica Julia. Una de las evidencias a las que llegan hasta la fecha es que "los incendios tienen memoria, esto es, los grandes incendios de hoy tienen gran probabilidad de ser los padres de los grandes incendios de mañana", afirma Juan Picos en PontevedraViva Radio.
Ante la prevención hay elementos más o menos controlables: la meteorología, la topografía y el combustible del que dispone el incendio. Dadas las características de la provincia, las condiciones ideales serían "tener masas forestales y áreas rurales con el mejor vigor, con la mayor cantidad de humedad y menor cantidad de combustible muerto".
Y hay otro factor fundamental: la complicidad de la sociedad en general. Desde los gestores de las administraciones, pasando por propietarios de montes, hasta el ciudadano que no compra la leche autóctona. Todos y cada uno tenemos nuestra cuota de responsabilidad en la prevención y cuidado del territorio.