Nadie podía sospechar en su día que Julia Varela, una niña que, al igual que el resto de pontevedreses, jugaba en A Ferrería e iba a los columpios de la Alameda a dar de comer a los patos, llegaría a ser una de las periodistas más queridas de RTVE y, desde hace tres años, la comentarista del festival de Eurovisión en España.
Quizá, tan solo ella podía imaginar así su futuro. En La playlist de PontevedraViva Radio, Julia reconoce que siempre quiso ser periodista. "Desde que era pequeña mi padre me grababa imitando a presentadores, cantando… siempre quise trabajar en la tele", explica.
Aunque bromea con que, incluso antes, ya tenía "ganas de comunicar". Debe ser por eso que solo el "caballito Bandolero" de Antonio Molina permitía a sus padres unos minutos de descanso cuando sus lloros interrumpían su descanso. "Yo creo que desde niña ya era hiperactiva", asegura en un programa en el que repasa las canciones que han marcado su vida.
Sus primeros años los pasó entre su Pontevedra natal y Chantada, la tierra de su padre. Fue hasta que se fue a Madrid para estudiar periodismo. El primer año, asegura entre risas, "iba como Alfredo Landa por la gran ciudad" y vivía en una residencia gestionada por monjas que le resultó "demasiado hermética".
Su traslado a un colegio mayor mixto "cambió la historia" y Julia Varela se metió de lleno en la dinámica de la ciudad en la que, además de crear un círculo de amistades que todavía conserva hoy en día, descubrió "otro mundo musical". La música, esa otra gran pasión en su vida, que le sirvió para aprovechar al máximo su etapa en Radio 3.
Fue poco después de entrar en RTVE. La primera vez que se puso delante de un micrófono, reconoce, "pensé que se rompía el suelo debajo de mis pies". Pero pronto aprendió a controlar su voz y encontró un registro en el que se encontraba cómoda. Eran los primeros pasos profesionales de una joven que, años después, pudo dar el salto a la televisión.
Ahora, afirma estar "encantada" con su trabajo como reportera en el programa Comando Actualidad porque le permite conocer gente a diario. Pero, sin duda, su gran oportunidad está vinculada con el festival de Eurovisión. Su debut, en Viena en 2015 junto a un José María Íñigo al que siempre vio como referente. "Nunca le he dicho que era tan fan de él", afirma.
Y siempre con Pontevedra en el corazón, ciudad "que llevo muy dentro allá donde voy". Tanto que, incluso, asegura que "me faltó poco para soltar algo sobre Pontevedra en Eurovisión".
Pero hay más que la Julia Varela periodista. Está la Julia Varela madre. Su hijo Eloy es, sin duda, una de las mayores alegrías que le ha dado la vida. No es para menos. Él y su marido, con quien comparte afición por la música. Solían mandarse canciones dedicadas. Una de ellas, toda una declaración de amor, llegó a sonar en su boda cuando la novia apareció en la ceremonia.
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