Pontevedra es una "prioridad" para el Sergas en los próximos años. Así lo ha destacado este lunes el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña. Y dentro de este trabajo, el Gran Montecelo -la ampliación prevista del hospital pontevedrés- centralizará gran parte de los esfuerzos de la administración gallega.
"Vamos a definir un modelo para los próximos 30 o 40 años, tenemos mucha ilusión y queremos compartirlo con los profesionales del complejo", ha explicado el titular de Sanidade, que ha garantizado que el plan funcional del nuevo Montecelo, cuya redacción está a punto de ser contratada, "no va a ser hecho desde un despacho".
El Sergas quiere que toda la comunidad sanitaria de Pontevedra, entre ellos jefes de servicio, supervisores, médicos, enfermeras y demás trabajadores públicos, "puedan aportar la experiencia que tienen". Además, este plan será comparado con otras áreas de Galicia "a nivel de servicios" para adaptar la oferta que se prestará en Montecelo.
Además, en 2017 el Servizo Galego de Saúde espera tener redactado también el Plan Especial de Montecelo, que determinará los "volúmenes" que se crearán dentro de la parcela elegida para el nuevo hospital y que, ha recordado Vázquez Almuíña, dejará al Hospital Provincial "fuera de la asistencia de agudos".
El Provincial ha hecho, ha reiterado el conselleiro, una labor "muy importante" todos estos años, pero el gobierno gallego entiende que "ahora mismo" con los nuevos tipos de servicios sanitarios que existen "ya no se adapta a él".
A preguntas de los periodistas, Jesús Vázquez Almuíña ha explicado que la Xunta ha consignado solo un millón de euros en los presupuestos de 2017 porque "es lo que haremos este año", un dinero con el que se hará el plan funcional, el plan especial y dar inicio a las expropiaciones "en una parte importante".
En todo caso, ha añadido que la ampliación de Montecelo supondrá una inversión "superior", al superar los 120 millones de euros.
Con este nuevo hospital, el Sergas busca dar un "servicio de calidad" a los pontevedreses durante los próximos 40 años, adaptado a las "nuevas necesidades" de la población, por lo que tendrá un mayor carácter ambulatorio, más medios de diagnóstico, más camas para cuidados intensivos o más espacio para la reanimación de pacientes.