Cinco municipios del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés han logrado mantener controlada la incidencia de la covid-19 en la última semana y, por lo tanto, tendrán menos restricciones.
Tras analizar la evolución epidemiológica de Galicia, el comité clínico ha acordado que Ponte Caldelas, Vilaboa, Cerdedo-Cotobade, Meis y Ribadumia pasen al nivel básico de restricciones, en el que están la mayor parte de los concellos gallegos.
Eso significa, como principal cambio, que quedará sin efecto el cierre perimetral decretado en todos ellos, por lo que sus habitantes podrán salir y entrar de sus respectivos municipios.
En ellos, la hostelería podrá abrir hasta las once de la noche y ocupar un 50% de su aforo interior y un 75% de sus terrazas. Las reuniones sociales estarán limitadas a un máximo de seis personas y habrá toque de queda entre las 23:00 y las 06:00 horas.
En el resto de los ayuntamientos del área sanitaria no hay cambios. Tampoco en la ciudad de Pontevedra, que se mantendrá en el nivel de restricciones medio-alto, junto con Poio y Marín. Meaño y Vilagarcía, cada uno cerrado por separado, seguirán en este mismo nivel.
A pesar de ello, las autoridades sanitarias avanzan que en los próximos días habrá una vigilancia especial sobre Vilagarcía de Arousa, por el nivel actual de contagios.
El nivel alto, el máximo que recogen los indicadores de Sanidade, seguirá activo en Sanxenxo, O Grove, Cambados y Bueu; mientras que el nivel medio solo estará en Soutomaior.
El resto de municipios del área están, como el resto de la comunidad gallega, en el nivel básico de restricciones.