Si alguien que hubiese vivido ajeno a lo sucedido en lo que llevamos de 2020 llegase este lunes a las playas de la ría de Pontevedra no acertaría a imaginar lo ocurrido ni lo que sucede. Salvo algún que otro pequeño cartel con recomendaciones sanitarias ante la COVID-19 en algunos arenales y las mediáticas separaciones de espacios en un pequeño espacio de Silgar; nada a primera vista resulta discordante con lo que podría ser cualquier otro momento ajeno a la pandemia.
Las tres playas más próximas a la zona urbana de Marín: Portocelo, Mogor y Aguete presentaban una estampa con un elevado número de bañistas. Tirando de las recomendaciones sanitarias quedaban en el suspenso: guardar los dos metros de distancia tanto en el agua como en la arena; si no es posible mantener ese espacio utilizar la mascarilla; actividades deportivas individuales, sin contacto y manteniendo distancias; o grupo máximo de quince personas - sea o no para celebrar un cumpleaños -. La única máxima cumplida era por necesidad: las duchas carecían de agua y los vestuarios estaban cerrados, así que no había posibilidad de uso.
Cambiando el margen de la ría, los arenales de Poio también registraban en mayor o menor medida asistencia de bañistas. En Sanxenxo, las dos playas urbanas de Cabeceira y Silgar recibían una moderada afluencia de personas. El espacio en ambos casos era sobradamente suficiente para mantener las distancias, con o sin intención. Con todo, los asiduos señalaban que encontraban más personas que las habituales para un día de semana finales de mayo. Y es que "se echaba más de menos que nunca" comentaba un vecino de Sanxenxo.
Si los adultos disfrutaron de este permiso en la segunda fase de la 'desescalada', los más pequeños no se quedaron atrás; son como siempre los menos perezosos a la hora de entrar en el mar: "lo primero que hice fue bañarme" corroboraba una niña que aprovechaba la primera tarde de playa acompañada de su madre y su abuela. Por ahora en Silgar, siguen extendiendo toallas y colocando sillas sin tener que estar pendientes de zonas acotadas.