Las plantaciones de eucaliptos disminuyen la diversidad y la vida de los ríos. Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio realizado en 16 regatos que desembocan en el río Lérez en Pontevedra que acaba de divulgar la asociación ecologista Adega.
El estudio se centró en los usos del suelo de esos 16 regatos que desembocan en el Lérez tomando muestras de macroinvertebrados a finales de la primavera e inicios del verano del año 2011. Los investigadores estimaron el grado de alteración de la vegetación de la cuenca según la superficie ocupada por bosque autóctono, eucaliptos, zonas agrícolas, matorral y zonas urbanas y llegaron a la citada conclusión.
Los autores del estudio fueron Adolfo Cordero, Alba Martínez y Maruxa Álvarez, miembros del grupo Ecoevo de la Universidad de Vigo, y una de sus conclusiones es que aquellos regatos con mayor presencia de eucaliptos en su ecosistema tienen una mayor probabilidad de secarse "completamente" en verano.
Al respecto, añaden que la tendencia del cambio global del clima hacia ambientes más secos podría agravar este problema, ya que los árboles de crecimiento rápido como los eucaliptos o los pinos "consumen mucha más agua" que las especies autóctonas. El uso de estas especies autóctonas "mitigaría" esos efectos negativos.
El estudio recoge que la diversidad de macroinvertebrados aumenta con el tamaño de la bacía y del bosque autóctono, por lo que determina que la presencia de estos organismos "disminuye a medida que aumenta la superficie de eucaliptos".
Según sus conclusiones, las plantaciones de especies exóticas como el eucalipto en las riberas de los ríos "elimina la vegetación nativa" y cambia la entrada de hojas a los ríos, aportando material con "peores propiedades" y que presentan una "mayor dificultad" para descomponerse.
De acuerdo con los resultados obtenidos, los ríos en los que hay más presencia de eucalipto "tendrán menor calidad de materia orgánica, reduciendo en cadena las abundancias y la diversidad de los organismos detritívoros". Una de las circunstancias que influye es que el eucalipto cambia la estacionalidad del ecosistema, pues la mayoría de sus hojas cae en verano "y de forma no sincronizada" con las comunidades que se alimentan de esta materia.
Al tiempo que la presencia de eucalipto disminuye la diversidad y la vida de los ríos, el bosque autóctono la aumenta, incluida la presencia de peces.