VÍDEO.- Conocemos el Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud y tres historias de superación

Pontevedra
21 de mayo 2019

El Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud cuenta con una plantilla de 50 profesionales, un trabajo en equipo pero también individualizado en cada paciente. Lorena, Cristian y Miguel nos hablan de la segunda oportunidad que les ha dado la vida  

Equipo multidisciplinar del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra
Equipo multidisciplinar del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra / Quirónsalud Pontevedra

El Hospital Quirónsalud Miguel Domínguez trabaja en la atención integral de los pacientes que están afectados de daño cerebral adquirido, una patología que solo en España registra 100.000 casos nuevos cada año.

Un accidente cerebrovascular requiere una actuación inmediata, en el hospital, y una posterior recuperación "con el objetivo de conseguir la máxima autonomía posible" antes del regreso del paciente a su domicilio. Son palabras de la doctora Ana Enríquez, la coordinadora del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra, el centro de referencia en Galicia desde 2001, donde se realiza esa fase intermedia entre el hospital y el domicilio.

Doctora Ana Enríquez, pese a llevar funcionando casi 20 años, hay muchas personas que desconocen la actividad que se lleva a cabo en su centro y lo siguen relacionando con el antiguo Hospital de la Merced, que ocupaba estas mismas instalaciones en Poio. ¿Podría explicarnos cuál es el ámbito de actuación del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra?

Es un centro de rehabilitación para todos los pacientes que están afectados de un daño cerebral adquirido. Eso quiere decir que es un daño que se ha producido o bien por un ictus, que es la causa más frecuente, con un 78% de los casos, y el 22% restante se reparte entre encefalitis, tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos por accidente y alguna encefalopatía anóxica después de una parada cardiorrespiratoria.

El ictus solía relacionarse con personas de edad avanzada, pero cada vez escuchamos más noticias de gente conocida que sufre esta patología a una edad temprana. En su centro ¿a qué rango de edad atienden?

Nosotros no tenemos un criterio de exclusión por edad. Actualmente tratamos pacientes desde niños hasta 80-85 años. Para nosotros el criterio es la situación premórbida, o sea, la situación antes del ictus o del accidente: si era una persona autónoma, independiente. Desafortunadamente, en la actualidad los ictus, los accidentes cerebrovasculares, son más frecuentes en personas jóvenes. Nosotros hemos tenido pacientes de treinta y pocos años afectados de ictus y evidentemente la recuperación también es mucho mejor.

¿Cuáles son las claves en el tratamiento?

Lo que defendemos siempre, por nuestra experiencia y porque sabemos que es la clave, es el tratamiento por un equipo multidisciplinar, es decir, nosotros tenemos un médico rehabilitador, que es el que coordina el equipo, y luego tenemos logopedas, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas. Entonces se trabaja de una manera transdisciplinar. Esto quiere decir: todos con un mismo objetivo pero desde distintos ámbitos. Hacemos reuniones semanales para marcar los objetivos de cada paciente y entonces cada uno de nosotros lo va trabajando desde su ámbito. Y todo ello con la participación de la trabajadora social, que es la que da un apoyo importante a las familias. Porque aquí hay que pensar que el drama no es solo la afectación del paciente, sino todo su entorno que se ve afectado de manera súbita por un cambio de vida radical.

Desde que se produce un accidente cerebrovascular ¿en qué parte del proceso actúan ustedes?

Inicialmente tienes un accidente cerebrovascular y te vas al hospital. En la fase aguda lo que hacen es intentar salvarte la vida. Nosotros seríamos el siguiente eslabón, la fase subaguda, antes del regreso al domicilio, cuando les dan el alta en el hospital de referencia pero no están todavía en condiciones, no son independientes para regresar al domicilio. Tendríamos entonces la fase aguda, subaguda y luego ya la crónica en el domicilio o institucionalizado. Nosotros somos la fase intermedia, que puede ser en régimen de hospitalización o en régimen ambulatorio, las dos opciones que tenemos aquí.

Entiendo que es difícil establecer tiempos en la recuperación ¿podría darnos una estimación de la duración de estas terapias?

Son rehabilitaciones largas, porque son procesos rehabilitadores largos. Si es en régimen de hospitalización siempre recomendamos como mínimo dos o tres meses de hospitalización. Ahí nosotros vamos, por así decirlo, a arrancar el proceso rehabilitador, encauzarlo un poco y después les ayudamos a través de nuestra trabajadora social a que cerca de su domicilio continúen de manera ambulatoria.

¿Qué factores determinan la evolución de un paciente?

Una clave importante es la premura en el inicio del tratamiento, cuanto antes se empiece la rehabilitación, los resultados son mucho mejores. Pero se necesita que el paciente esté estable, no puede estar ni con infecciones ni con fiebre. Una vez que está estabilizado y le dan el alta en el hospital para ir a su domicilio, es el momento. La idea es conseguir la máxima autonomía posible y, en caso de que no se pueda conseguir, ayudarles a adaptarse a las secuelas que hayan podido quedarles. Por ejemplo, si te ha quedado el brazo derecho parético [parálisis parcial] y eres diestro, enseñarle a utilizar el izquierdo, de manera que pueda ser funcional, comer o vestirse con la mano izquierda en caso de que no podamos recuperar el brazo derecho.

El Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud es conocido por su Lokomat®, un equipo de última tecnología para la rehabilitación robotizada de pacientes con lesión medular o ictus, entre otros. ¿Qué peso tiene la tecnología y qué importancia el papel del terapeuta?

El Lokomat® es una herramienta muy importante que ayuda en el tratamiento sobre todo para la rehabilitación robotizada de la marcha. También existen ahora muchos programas de realidad virtual y tablets que ayudan en el tratamiento. Pero sin duda, lo más importante son los terapeutas. Aquí las terapias son individuales, está el terapeuta con su paciente, con lo cual es terapia personalizada e individualizada.

Para cada paciente hacen falta diferentes profesionales ¿cómo se coordinan en el Instituto?

Nosotros nos basamos fundamentalmente en el trabajo en equipo. Son profesionales que llevan tiempo trabajando juntos y que les apasiona su trabajo y eso se nota en el trato y en los resultados. Somos como una familia. Hay tres plantas de hospitalización y cada planta tiene 11 pacientes, por lo que al final acabas estando como en casa después de tanto tiempo de hospitalización, porque las estancias suelen ser largas, con una media de 80 o 90 días. De hecho siempre les animamos a que personalicen sus habitaciones, que son individuales, traen cosas de casa, fotos de la familia para que vayan estableciendo un ambiente un poco más cercano a lo que era su vida.

 

TRES HISTORIAS DE SUPERACIÓN

El Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud cuenta con una plantilla de 50 profesionales, que incluye especialistas en Medicina Rehabilitadora, Medicina de Familia, Neuropsicología, Psiquiatría, Logopedia, Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Trabajo Social y Enfermería.

Un trabajo en equipo pero también individualizado en cada paciente. Son muchas las historias que pueden contar en el centro, pero lo más emocionante es que sean los propios protagonistas los que lo hagan.

Lorena, Cristian y Miguel nos hablan de la segunda oportunidad que les ha dado la vida.