Un desborde de borrascas desbocadas marcaron el otoño
Por Mónica Patxot & Cristina Saiz & Anxo Lourido
Del 15 de octubre al 15 de noviembre de este 2023 que se va, las Rías Baixas vivieron un mes con todas las jornadas registrando precipitaciones intensas que llegaron a sumar los 734 litros por metro cuadrado en Pontevedra, siendo superada por municipios como Poio, con 1.112 l/m2, o Cerdedo-Cotobade, que en las dos quincenas acumulaba 1.108 l/m2.
Las consecuencias de esta lluvia casi continua, que llegaba a la provincia a través de borrascas como Ciarán, Celine o Domingos, dejaba numerosos daños e imágenes impactantes.
Combarro se convertía en una emulación de Venecia debido a la pleamar, las mareas vivas y a las torrenciales lluvias durante la jornada del 28 de octubre.
Natalia Puga realizaba un amplio reportaje sobre cómo afrontaron la situación en diversos establecimientos del punto más turístico de Poio.
Pero en esa mismo día también se registraban numerosas incidencias en diferentes municipios: en Portonovo desaparecía la playa de Baltar durante varios minutos debido a la subida de las aguas o en Vilagarcía de Arousa, el mar alcanzaba el paseo al rebasar la playa de la Concha.
No se trataba de situaciones aisladas, ya que los problemas se producían en numerosos puntos durante las siguientes jornadas y se inundaban zonas debido a que los ríos, como el Gafos, bajaban arrasando terrenos limítrofes.
El 4 de noviembre el temporal azotaba el campo de fútbol de Chan da Barcia levantándolo por completo y dejando una imagen espectacular de demostración de la fuerza de la naturaleza al desbordarse el río Verdugo, como se observa en la información realizada por Diego Espiño.
Las incidencias se sucedieron en uno de los otoños más lluviosos de las últimas cuarenta décadas siendo necesario, entre otros sucesos, evacuar de madrugada a un operario al que le caía un árbol encima como consecuencia del temporal.
DAÑOS CAUSADOS AL MARISQUEO
Uno de los sectores que se vio más afectado por estas continuas lluvias fue el marisquero.
La pérdida de salinidad de las aguas provocó paros de las trabajadoras pero también causó una alta mortandad de almejas y berberechos en la ría pontevedresa, que se enfrentaban al momento más importante de ventas: las fiestas navideñas.
El temporal Domingos fue el que causó más daños a este sector, que demandaba a la Xunta de Galicia la consideración de zona catastrófica para las rías afectadas por esta preocupante situación.
Además colectivos ecologistas y el sector, al margen de los temporales, también muestran su inquietud ante el descenso de producción de marisco que, según denuncian, afecta en los últimos años gravemente a las Rías Baixas y reclaman medidas por parte de la administración que garanticen el futuro de la actividad marisquera.
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