El Cisne reina en Pontevedra (25-30)

Pontevedra
02 de octubre 2021

El Club Cisne Balonmano reina en Pontevedra después de superar a la Sociedad Deportiva Teucro en el derbi de la Boa Vila. El equipo de Jabato se impuso con un contundente 25-30, siendo claves las apariciones de Jorge Villamarín bajo palos y los lanzamientos desde el exterior de Carlos Álvarez. Pero a pesar del resultado, los pupilos de Irene Vilaboa pelearon por la victoria en un partido que dejó mal sabor de boca a los azules, no por el resultado, sino por lesión de rodilla de Miguel Sío, que se tuvo que retirar de la pista ayudado por sus compañeros  

Derbi de División Honor Plata entre Teucro y Cisne en el Pabellón Municipal
Derbi de División Honor Plata entre Teucro y Cisne en el Pabellón Municipal / Mónica Patxot

El Club Cisne Balonmano reina en Pontevedra después de superar a la Sociedad Deportiva Teucro en el derbi de la Boa Vila. El equipo de Jabato se impuso con un contundente 25-30, siendo claves las apariciones de Jorge Villamarín bajo palos y los lanzamientos desde el exterior de Carlos Álvarez. Pero a pesar del resultado, los pupilos de Irene Vilaboa pelearon por la victoria en un partido que dejó mal sabor de boca a los azules, no por el resultado, sino por lesión de rodilla de Miguel Sío, que se tuvo que retirar de la pista ayudado por sus compañeros.

Comenzó el encuentro igualado, con intercambio de golpes en sendos primeros ataques de ambas escuadras. Pero el Cisne, más acertado en ataque y con una defensa 5-1, se colocó con una ventaja de dos goles sobre el Teucro a los cuatro minutos (1-3).

El partido estaba muy intenso, con los azules más nerviosos que los blancos y cometiendo errores de cara a portería. El colegiado sentó dos minutos a Dani Virulegio, dejando en inferioridad numérica a los de Jabato y pudiendo el Teucro reducir diferencias. Pero, muy precipitados, desaprovecharon la jugada, que se tradujo en gol de Álex Chan (1-4).

Estaban muy nerviosos los pupilos de Irene Vilaboa que, o bien estrellaban sus lanzamientos en la figura de Villamarín o, por el contrario, los robaba la zaga rival, muy intensa en todo momento y que marcaba el ritmo del derbi. Movía el balón de un lado a otro el Cisne, poniendo calma cuando era necesario o imponiendo más velocidad cuando veía conveniente.

Y cuando el Teucro había conseguido reducir la distancia en dos goles (3-5), se quedaron con un jugador menos en el campo por la exclusión de Marko Dzokic,sirviéndose el Cisne de su primera superioridad para pasar como una apisonadora sobre los jugadores azules y dejarlos noqueados con los tantos de Mateo Arias y de Carlos Álvarez (3-8).

Irene Vilaboa se vio obligada a parar el cronómetro, a ver si así daba con la tecla para revertir la situación de debilidad que estaban mostrando sus jugadores en un Pabellón Municipal abarrotado por aficionados de ambas escuadras. Y consiguió el Teucro armarse de valor para ir escalando pequeños peldaños que lo acercaban poco a poco al objetivo de, al menos, el empate. Así, después de más de cinco minutos sin ver portería, Álvaro Moreno marcó el primero tanto de los azules después de tal sequía goleadora (4-8).

A partir de ese momento cambió el devenir del encuentro. Aunque el Cisne mantuvo un pequeño colchón, éste se vio reducido por los tantos locales, que aplicaron una marcha más en su actitud, dando paso a sus mejores minutos hasta ese instante (10-12). Jabato pidió tiempo muerto y, en la posterior jugada de ataque, Chan devolvió la diferencia de tres goles desde los siete metros, que se mantuvo hasta llegar al descanso (12-15).

Salió del vestuario muy impreciso el Teucro. Anotó Chan, que se quedó descolgado y no llegó a tiempo para replegar en defensa, aprovechando su situación más atrasada en el campo para interceptar el pase teucrista y provocar una contra que Carlos Álvarez convirtió en otro tanto. Acto seguido, en el área del Cisne, el colegiado pitaba un penalti que Marko Dzokic tenía la ocasión de transformar, pero su lanzamiento se estrelló en el larguero, provocando otra situación de ataque para los blancos que Chan utilizó para dar a su equipo un colchón de seis goles (12-18).

Pero los azules, lejos de desaparecer, resurgieron una vez más para meterse de lleno gracias a las paradas de Joshua Rau, que devolvía la intensidad a un derbi que hacía vibrar a la afición congregada en el Municipal para disfrutar del derbi del balonmano pontevedrés.

Consiguió el Teucro seguir reduciendo la distancia a tan solo tres goles del empate gracias a Álvaro Moreno, Martín Davila y Álex Pereiro (min. 8, 17-20). Paró el tiempo Jabato y los suyos se activaron, mientras los nervios y la precipitación en los pases teucristas se tradujeron en ocasiones para un Cisne que tenía la zurda de Cárlos Álvarez para marcar goles casi imposibles desde el extremo derecho (18-24).

Se alcanzaba el ecuador del acto y solicitó tiempo muerto Irene Vilaboa, que pidió un poco más a los suyos, que supieron sobreponerse estableciendo un muro defensivo que les permitió sobrevivir en los minutos clave y empezar a hacer dudar a los blancos, que movieron ficha en la portería dando entrada a Pablo González mientras que en ataque que se empezaban a mostrar nerviosos y dubitativos (23-26).

Quedaban cuatro minutos de derbi pontevedrés y el luminoso mostraba 24-28. Se paró el tiempo, pero no porque ningún técnico lo solicitara, sino porque Miguel Sío se hizo daño en una rodilla y tuvo que ser atendido durante un largo período de tiempo.

Una vez reanudado el juego, hubo un gol para cada equipo, pero quedaban tan solo dos minutos por disputarse. El Cisne, lejos de desperdiciar su posesión, empezó a mover de un lado al otro, evitando la defensa 5-1 de un Teucro que buscaba robar cuanto antes para generar peligro. Pero, lejos de lograr su cometido, tuvieron que conformarse con la situación de no poder dar la vuelta a un partido en el que el dominio fue blanco.

Finalmente, 25-30. Segunda victoria consecutiva para el Cisne, que ha vuelto a reinar en Pontevedra y, por el contrario, segunda derrota consecutiva para un Teucro que sigue en construcción y tiene que ponerse las pilas a pesar de que todavía queda mucha liga por delante.