El Club Cisne Balonmano consiguió este sábado romper con la racha de derrotas que venía arrastrando después de firmar un gran partido ante el Caserío Ciudad Real.
El conjunto blanco, que no comenzó el duelo de la mejor manera, se puso las pilas en el segundo tiempo y, apoyado en una firme defensa liderada por Iván Calvo y un muro en portería con Roney Franzini logró dejar atrás los fantasmas para retomar el vuelo.
Tuvo problemas el Cisne para meterse en el encuentro, castigado con un primer parcial de 0-2 que pronto igualaron Furtado y Bruno Váquez.
Sin embargo, el cuadro pontevedrés era incapaz de tomar la delantera en el marcador. De hecho es que el Ciudad Real pisó el acelerador gracias al acierto de Palacios y Campanario y fue superado el minuto 20 cuando Jabato decidió detener el crono (6-10).
La charla del técnico hizo el efecto deseado. Calvo regresó a la cancha, Campanario fue excluido y el Cisne dio un paso adelante a la hora de fortalecer su defensa para convertirse en un muro impenetrable para el cuadro visitante.
Los blancos se crecieron y el Ciudad Real entró su peor dinámica encajando un 6-1 que permitía al equipo pontevedrés voltear el resultado (12-11), pero Campanario encontró portería y devolvió la igualdad con la que el partido se fue al descanso (12-12).
Al regreso de los vestuarios el Caserío cogió de nuevo la ventaja (12-14). Fue un visto y no visto. Franzini se entonó bajo palos y su equipo recuperó las buenas sensaciones del final del primer tiempo para encontrar portería con mayor facilidad y coger la ventaja más amplia hasta el momento (20-16).
Detuvo el tiempo el técnico visitante con la intención de revertir la situación, pero el Cisne, lejos de correr a lo loco y perder balones como había ocurrido en otros encuentros, mantuvo la intensidad defensiva y jugó con cabeza para seguir penetrando la portería rival y poner el 23-18 a falta de 10 minutos para la conclusión.
Gastó su último tiempo muerto Santi Urdiales y su equipo salió reforzado de la charla para cortar la hemorragia y reducir la diferencia en tres tantos, pero las intervenciones de un soberbio Franzini en portería le impidieron pelear por una posible remontada y el Cisne sentenció en 27-22.
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