Un año de incendios: un astillero en Praceres, un camión de coches de competición, celdas de la cárcel...

Pontevedra
30 de diciembre 2019

El fuego se convirtió este verano de 2019 en protagonista de los montes pontevedreses, si bien durante este año los fuegos de mayor gravedad no fueron de naturaleza forestal, sino urbanos e industriales. El más aparatoso de todos se produjo en el mes de noviembre en un astillero de Praceres, en la parroquia pontevedresa de Lourizán

Tareas de extinción del incendio en el astillero de Praceres
Tareas de extinción del incendio en el astillero de Praceres / Cristina Saiz

Como ya resulta tristemente habitual, el fuego se convirtió este verano de 2019 en protagonista de los montes pontevedreses, si bien durante este año los fuegos de mayor gravedad no fueron de naturaleza forestal, sino urbanos e industriales. El más aparatoso de todos se produjo en el mes de noviembre en un astillero de Praceres, en la parroquia pontevedresa de Lourizán. 

El fuego estuvo activo más de doce horas en las que se sembró la alarma en toda la parroquia de Lourizán y en los municipios limítrofes de Pontevedra y Marín. Finalmente quedaron arrasadas una nave de 2.000 metros cuadrados y dos barcos que estaban en reparación. Aunque el incendio fue controlado por los bomberos durante la noche, no pudo ser extinguido del todo hasta pasado el mediodía del día siguiente debido a los materiales inflamables y a los depósitos de combustible que tenía el astillero para su trabajo diario.

También resultó de fatales consecuencias el incendio que calcinó en Tenorio, en Cerdedo-Cotobade, los dos coches de competición y gran parte de su material del piloto pontevedrés Alexis Viéitez. Ocurrió en el mes de junio y pese a la intervención de los bomberos de Ribadumia y A Estrada, nada se pudo hacer por salvar el tráiler, que estaba preparado para competir esa misma jornada. El campeón gallego de montaña, piloto de la Escudería Buxa Motor Poio, vio peligrar su futuro competitivo, pero se repuso gracias al apoyo recibido por el mundo del motor gallego. 

Los daños económicos también fueron muy importantes en dos incendios registrados en negocios del centro de Pontevedra. En enero un incendio iniciado en la cocina de un restaurante situado en el edificio número 3 de la calle Alfonso X afectó a parte interior del inmueble, al propio negocio y a las viviendas de los números 39 y 41 de la calle María Victoria Moreno, en el barrio de Campolongo. Fue necesario desalojar a los residentes en el inmueble. En noviembre, otro aparatoso incendio destrozó un bazar chino de la calle Peregrina, provocando el desalojo de los vecinos de las tres plantas de un inmueble. 

El centro penitenciario de A Lama tampoco se libró del fuego. En diciembre, los funcionarios se vieron obligados a sofocar un incendio provocado que tuvo su origen en una de las celdas acristaladas del módulo de Enfermería, donde un preso prendió fuego a su colchón y necesitó asistencia médica. En julio, ya se había tenido que sofocar otro fuego provocado mediante objetos incendiarios lanzados desde las ventanas de las celdas hacia los contenedores de residuos situados en las calles interiores del centro. Se trataba de artefactos elaborados con materiales como papel higiénico, botellas de plástico y calcetines, a modo de cóctel molotov.

No llegó a la cárcel, pero sí pasó por el juzgado en el mes de julio una mujer de unos 40 años detenida por la Guardia Civil por haber plantado fuego a la casa de sus padres octogenarios con ellos dentro para presuntamente acabar con la vida de ambos en la parroquia de Corvillón, en Cambados. El Juzgado de Instrucción número 2 de Cambados decretó su puesta en libertad sin fianza, aunque condicionada a su ingreso hospitalario para su evaluación psiquiátrica y tratamiento, en caso de ser necesario, y está investigada por dos delitos de homicidio en grado de tentativa.  

En los juzgados también se situó el foco de atención por otro incendio. En enero se celebraron varios juicios para determinar la responsabilidad del aparatoso incendio que en febrero de 2016 devoró el edificio situado en el número 12 de la calle Michelena y en el número 6 de los Soportales de A Ferrería. Dos sentencias diferentes dictadas por el Juzgado de Primera Instancia número dos de Pontevedra sitúan el origen del fuego el mismo local, el que ocupaba la tienda de telas La Moda Ideal por A Ferrería, por un cortocircuito cuya causa no está determinada.

En ambos resultó condenada la arrendataria del local y responsable del negocio allí asentado. Los juzgados pontevedreses fijaron cinco juicios diferentes para dirimir las responsabilidades civiles derivadas del aparatoso incendio de hace tres años.

Las primeras sentencias se conocieron en abril, justo el mismo mes en el que salió a la luz otra sentencia, que condena a un menor tutelado del centro Avelino Montero que por espacio de mes y medio, entre enero y febrero de 2018, estuvo detrás de una oleada de incendios en contenedores en las calles Iglesias Vilarelle, General Rubín, Tablada, Rosalía de Castro y Monte do Taco. Su autor reconoció los hechos y fue condenado a pagar por los daños causados un total de 7.288 euros y a 80 horas de trabajos en beneficio de la comunidad.