Desde enero, las trabajadoras de Cuca realizaban guardia ante la nave de Vilaxoán. Ya no seguirán allí. Con un acto muy emotivo, las operarias abandonaron la vigilancia después de que la empresa Garavilla llamara a otro grupo de 12 trabajadoras para que se incorporen a la fábrica de O Grove. De esta forma, prácticamente toda la plantilla se ha visto desplazada a la factoría grovense.
Con una amplia presencia de la población de Vilaxoán, el acto de despedida volvió a ser reivindicativo. Las trabajadoras aguardan que el juzgado de lo Social dicte una sentencia favorable a sus intereses y que se demuestre que la empresa Garavilla actuó de mala fe cuando planteó el expediente de regulación de empleo a la plantilla. Sin embargo, la dirección de la empresa confía en que los tribunales avalen el traslado del personal por razones económicas y estratégicas.