Joan Clos, en Pontevedra: "La gente se vuelve más solidaria y empática si el espacio público está cuidado"

Pontevedra
22 de noviembre 2018

Para Joan Clos, alcalde de Barcelona entre los años 1997 y 2006, Pontevedra es una "inspiración" para ciudades de todo el mundo. Su modelo, ha dicho, es "conocido y reconocido" internacionalmente por apostar por la recuperación del espacio público para sus ciudadanos, convirtiéndolo en un "bien colectivo" de la sociedad

Joan Clos y Miguel Anxo Fernández Lores por las calles de Pontevedra
Joan Clos y Miguel Anxo Fernández Lores por las calles de Pontevedra / Mónica Patxot

Para Joan Clos, alcalde de Barcelona entre los años 1997 y 2006, Pontevedra es una "inspiración" para ciudades de todo el mundo. Su modelo, ha dicho, es "conocido y reconocido" internacionalmente por apostar por la recuperación del espacio público para sus ciudadanos, convirtiéndolo en un "bien colectivo" de la sociedad.

Entiende que este modelo "no es exportable al 100%" porque cada ciudad tiene sus propios "condicionantes políticos y sociales", pero asegura que tiene un valor "muy relevante" porque sirve para "dar pistas" de cómo actuar sobre el espacio público de las grandes urbes.

Clos, que durante los últimos nueve años ha sido director ejecutivo de ONU-Hábitat, el programa de Naciones Unidas para los asentamientos humanos, ha defendido este tipo de soluciones urbanas porque "la gente se vuelve más solidaria y empática si el espacio público está cuidado", reforzando su sentimiento de pertenencia a una comunidad.

Tras ser recibido por el alcalde de Pontevedra, Joan Clos ha señalado que hasta ahora el espacio público no era "especialmente valorado" a la hora de urbanizar las ciudades, en donde el diseño urbano "no primaba" y se optaba por priorizar los beneficios económicos e inmobiliarios "a corto plazo".

Esta tendencia era "preocupante", según el diplomático, porque tenía influencia en la convivencia de las ciudades, en la cultura, en el "espíritu" de la sociedad, en la estética de las urbes o en la "percepción colectiva" de sus habitantes.

Pontevedra, ha añadido, demostró que "con sentido común y convicción" es posible cambiar este rumbo y hacerlo, además, "a costes razonables" y sin tener que invertir en "ciencia ultraelaborada".

Las ciudades se enfrentan, según Joan Clos, a tres "problemas" que son "universales" en todo el mundo: el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones, hacer frente a las desigualdades urbanas y tratar con las migraciones, evitando que haya barrios que se "especialicen" en una población determinada.

Para ello, ha defendido que Pontevedra sirve como ejemplo a la hora de apostar por "pueblecitos" dentro de las grandes urbes, aplicando los mismos criterios de recuperación del espacio urbano que en la ciudad del Lérez, logrando "usos mixtos" y buscando la "mezcla social" de sus ciudadanos.

La clave, ha concluido, es fortalecer la convivencia entre los habitantes de las ciudades, algo que es posible "donde el espacio público está protegido y es respetado".