Los forenses, sobre Jéssica, víctima del crimen de Barro: "Las lesiones eran de tal entidad que fue imposible que sobreviviese"

Pontevedra
13 de marzo 2024
Actualizada: 30 de septiembre

"La situación era muy grave desde el primer momento" y "era una cuestión de horas" que muriese, según relataron durante la tercera sesión del juicio. La médica de la ambulancia reconoció que le "llamó la atención" la "tensión" que había en el lugar y también que allí "había comentarios de que era un accidente raro"

José Eirín, acusado por el crimen de Jéssica en Barro, durante el juicio
José Eirín, acusado por el crimen de Jéssica en Barro, durante el juicio / Mónica Patxot

Los profesionales sanitarios y forenses que atendieron a Jéssica Méndez, víctima del supuesto crimen machista de Barro, en el lugar del accidente e hicieron un informe tras su muerte confirman la gravedad de las lesiones sufridas cuando el coche del acusado, José Carlos Eirín, se empotró contra el de ella.

El fiscal y las acusaciones particulares insisten en que la chica sufrió heridas mortales: un traumatismo craneoencefálico, un hematoma subdural y un edema cerebral que la dejaron en coma hasta su fallecimiento 24 horas después en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.  Los forenses y sanitarios lo confirmaron. 

"La situación era muy grave desde el primer momento", relataron durante la tercera sesión del juicio dos médicos forenses, que ahondaron en que "las lesiones eran de tal entidad que se produjo un deterioro rápido y fue imposible que la paciente sobreviviese". 

Así, la gravedad era "tan severa" que "las posibilidades quirúrgicas eran cero", "la muerte cerebral surgió en pocas horas" y nada más pudieron hacer, "era una cuestión de horas" que muriese.

La médica de la ambulancia medicalizada que la atendió en el lugar del accidente explicó que llegaron al punto en 16 minutos  y tenía un traumatismo craneoencefálico grave y estaba inconsciente. Lograron sacarla del coche inmovilizada y, en 32 minutos, llegaron al hospital a Vigo. 

Ya en Porráns informó al hermano y la pareja de la víctima "para que supiesen que era muy grave" y también el resto de especialistas lo percibieron. Así, la enfermera habla de estado "grave" y el técnico en emergencias sanitarias que conducía la ambulancia que esta paciente fue "prioridad" absoluta.

Poco pudieron aportar los sanitarios sobre alguna de las cuestiones controvertidas de este juicio como la supuesta situación de acoso previo del acusado a la víctima o sobre las relaciones entre las dos familias, pero la médica de la ambulancia sí reconoció que le "llamó la atención" la "tensión" que había en el lugar y también que allí "había comentarios de que era un accidente raro".

La enfermera presenció una discusión "tensa", pero desconoce entre quién mientras que una técnica sanitaria  escuchó una discusión, pero "estaba dentro de la ambulancia y no sé ni cómo ni quién".

En el juicio también declaró, en la sesión de tarde de este miércoles, el médico que atendió al acusado tras el accidente en el Hospital QuirónSalud Miguel Domínguez de Pontevedra, que no apreció en él déficit neurológico. "Estaba normal, autónomo, independiente. No recuerdo déficit neurológico", declaró. 

El abogado defensor de José Carlos Eirín sostiene que el accidente no fue un asesinato con alevosía como sostienen las acusaciones, sino algo involuntario y no intencionado. Asegura que aquel 17 de marzo de 2022  conducía su vehículo por la carretera N-550 con intención de ir a una ferretería, pero como había mucha gente, dio la vuelta, sufrió "desorientación" y "perdió la visibilidad" y, de repente, vio un vehículo e impactó con él, sin saber quién iba dentro ni poder evitar chocar.

Para sostener esta versión, insiste en que tomaba tramadol por una lesión en el quinto dedo de la mano izquierda, esa mañana no tomó café, sino que solo desayunó leche con Nesquik, y pudo desorientarse por efecto de este medicamento, que produce somnolencia.

Sobre ese consumo del tramadol y su posible influencia en el accidente habló un médico forense y afirmó que es "imposible" que, tras dos o tres meses tomando este medicamento le hubiese provocado somnolencia. Y el médico que le atendió en urgencias matizó "puede dar somnolencia, no necesariamente da somnolencia".