San Cibrán se queda sin romería pero sigue espantando el 'meigallo'

Pontevedra
13 de abril 2020

La tradicional romería de la parroquia de Tomeza ha tenido que suspenderse por las medidas de confinamiento ante el coronavirus. La intención es que la fiesta se pueda celebrar a lo largo de este año, antes de los meses de invierno, de lo contrario, ya se aplazaría hasta 2021

San Cibrán 2019
San Cibrán 2019 / Mónica Patxot

El Lunes de Pascua está marcado en la comarca de Pontevedra por la tradición de la romería de San Cibrán, en la parroquia de Tomeza. Una celebración que ha tenido que suspenderse por las medidas de confinamiento que impone el estado de alarma ante el covid-19.

"É unha pena que precisamente hoxe temos un día de sol moi agradable e ademais tiñamos programado para este ano tres días de festa", se lamenta el presidente de la comisión de fiestas, Marcial Pazos.

Esta pena se compensa con la tranquilidad de saber que no ha habido ningún caso de coronavirus entre los vecinos de la parroquia de Tomeza y que las medidas de confinamiento están siendo efectivas.  "Creo que en certo modo o santo está axudando", asegura.

La cancelación de la romería no es definitiva. Una vez que se levante la prohibición de actos religiosos y fiestas, se volverán a reunir los seis integrantes de la comisión de fiestas con el párroco de San José de Campolongo, Casimiro Fernández, a quien está adscrita la parroquia de Tomeza, para poder establecer un nuevo calendario.

La intención es que la romería se pueda celebrar a lo largo de este año, antes de los meses de invierno, de lo contrario, ya se aplazaría hasta 2021.

"Temos que pensar primeiro na saúde e despois tamén xestionar o apoio das casas comerciais e os donativos dos veciños", explica Marcial. No en vano este año ya tenían contratadas seis orquestas, carpa, escenario, puestos de alimentación y bebidas.

A mayores, una panadería de Pontevedra iba a repartir gratuitamente rosca entre los vecinos. "Confiemos en que se poida celebrar porque tivemos moito apoio, tamén das institucións como Concello e Deputación para recuperar a tradición", según el presidente de la comisión.

San Cibrán es conocido como el santo que espanta el meigallo o mal de ojo. Los devotos no podrán cumplir, de momento, con el ritual de dar las nueve vueltas a la capilla o bendecir los ramos pero, según nos advierte el párroco Casimiro Fernández, el santo sigue haciendo su labor.

"Que nosotros no podamos estar ahí no significa que el santo no rece por nosotros como hace todo el año, hay que tener esa esperanza y esa confianza en Dios y en el santo, que no depende tanto de que nosotros estemos ahí en su santuario, en cuanto que ellos están pidiendo por nosotros", garantiza el sacerdote.