Un grupo de técnicos de la localidad portuguesa de Cascais se acercó a Pontevedra para profundizar en las características y medidas del modelo urbano de la Boa Vila. La agenda desarrollada incluyó una intensa sesión de trabajo con los técnicos municipales y un recorrido por la ciudad guiado por el alcalde Miguel Anxo Fernández Lores.
La delegación de Cascais estaba formada por Vítor Silva, arquitecto paisajista y director del departamento de Autoridad de Transportes del Municipio; Nuno Perfeito, jurista y jefe de División de Transporte Público y Rui Espíritu Santo, arquitecto y jefe de la División de Planeamento de Movilidad y Transportes. Todos ellos conocían los ejes generales de una ciudad "calmada, muy agradable y pensada para las personas", tal como la definió Vítor Silva, pero en la visita a Pontevedra fueron quien de conocer al por menor el trabajo técnico y político que hay detrás.
Los aspectos técnicos fueron explicados por José Manuel Tato, director xeral de Urbanismo; Jesús Gómez Viñas, ingeniero jefe de la Oficina Técnica de Medio Ambiente e Infraestructuras y Daniel Macenlle, intendente principal de la Policía Local.
Vítor Silva alabó a los técnicos municipales al felicitar al alcalde por contar "con un equipo muy bueno, implicado y competente" para llevar la delante la transformación de la ciudad. Una transformación que fue posible, añadió, al ir este equipo técnico de la mano "de un gobierno local que toma decisiones, con valentía política" para avanzar.
Liberar espacios públicos de coches y recuperarlos para las personas y mejorar la accesibilidad son cuestiones que están encima de la mesa en Cascais. Por ello en la sesión de trabajo mantenida con los técnicos municipales mostraron un gran interés en aspectos como la gestión de las plazas de servicios, las medidas de calmado de tráfico y de una manera especial el diseño e implantación de los pasos de peaones elevados y los lombos.
Silva, Perfeito y Espiritu Santo recorrieron con el alcalde Miguel Fernández Lores el casco histórico y algunas zonas del ensanche comercial donde vieron el tratamiento peatonal dado a los espacios de la zona monumental, la implantación de calles y espacios de convivencia entre peatones, bicis y coches; el funcionamiento de las plazas de servicios y la calidad urbana de las calles y plazas de la ciudad.