A las 12.30 horas de este viernes, a bordo del vehículo Volvo propiedad de Pedro Campos, llegaba al Real Club Náutico de Sanxenxo el rey emérito, Juan Carlos I. La llegada ha sido tan calurosa como hacía ya presagiar la cantidad de personas que durante toda la mañana se fueron acercando al puerto deportivo para dar su apoyo al rey. Cinco minutos de aplausos y vítores que le acompañaron durante todo el tiempo transcurrido desde que salió del coche hasta que entró al club.
"Viva España" y "Viva el Rey" fueron los gritos que se impusieron entre todos los demás, de parte de varias decenas de personas repartidas entre el exterior y los balcones del Náutico. También hubo quién le dio la "Bienvenida a España" y quien prefirió dar su apoyo a la infanta Elena, que llegó en el mismo coche.
Juan Carlos I llegó en un coche conducido por Campos y con la infanta Elena en el asiento trasero. Se bajó acompañado por un bastón y apoyado en otra persona y saludó uno por uno a todos los integrantes de la comitiva que le aguardaba a la entrada del Náutico.
El rey saludó a los miembros de la corporación de Sanxenxo, se fundió en abrazos con el alcalde, Telmo Martín, y saludó de forma efusiva a la tripulación de su barco, el Bribón, y la Junta Directiva del Club Náutico. Todo mientras sonreía y saludaba a la prensa, pero sin hacer declaraciones pese a la insistencia de los informadores.
Con dificultad de movimiento, y ayudado por su bastón, saludó también al personal del Náutico y se fotografió ante el photocall del trofeo que se disputa este fin de semana, el Viajes Interrías de la Copa de España de la clase 6M. También estaba entre quienes le recibieron el presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo González Pardal.
Mientras los curiosos le aplaudían, entró al Náutico y, dentro, le esperaban más aplausos. Ya desde la cercanía los socios y directivos del Náutico, así como los regatistas, pudieron mantener un encuentro con él.
El monarca tan solo pronunció en voz alta dos palabras, "no llueve". Fue en respuesta a la reportera del programa de la Televisión de Galicia 'Quen anda aí?' Raquel Pérez, que agitaba con insistencia tras la valla que separaba a la prensa de la comitiva oficial unos zuecos de madera grabados para la ocasión con una imagen suya y otra de la reina Sofía, y recordando sus 39 años de reinado.
Un responsable de seguridad de la Casa Real se acercó a recogerlos y se los llevó al mérito, que pidió hablar con la reportera. Sin micro, pudieron hablar y, según explicó ella más tarde, él le dijo "non chove" intentando hablar gallego y le preguntó para qué era esa calzado.
"Muchas gracias" le dijo el monarca, y se llevó este calzado del artesano gallego Alberto Geada. Ya el verano pasado, durante una visita de la reina Sofía a Galicia, este programa le entregó este mismo calzado en miniatura.
El emérito permaneció en el interior del Náutico durante una hora, en la que primero tuvo un breve encuentro con socios e integrantes de la junta directiva que le esperaban ya en la entrada de las instalaciones. Tras ello, subió a la cuarta planta del inmueble para un encuentro más privado con los regatistas, ya limitado a un público más reducido.
A su salida, de nuevo le vitorearon y aplaudieron, pero su exposición al público y a los medios ya fue más breve, de menos de un minuto, el suficiente para volver a subirse al coche de Pedro Campos y poner rumbo al pantalán en el que está atracado el Bribón.
Ya en el pantalán, el emérito descendió las escaleras que le separaban del barco, con ayuda de una persona en la que necesitaba apoyarse, y subió a pie a la embarcación. Sin embargo, no llegó a instalarse en ella, sino que, tras un breve posado en la cubierta, se dirigió a la embarcación auxiliar, con intención de seguir la regata desde ella. A su lado, también en la lancha auxiliar, viajó Campos.
Cuando el rey puso rumbo al campo de regatas, todo el interés mediático generado se fue disolviendo, pues se prevé que hasta el fin de la competición no regresará a tierra. Este viernes le toca navegar, pero mantenerse como espectador, pero su intención es que este sábado sí competirá en las pruebas que comenzarán a las 13.00 horas.
Abandonó el puerto deportivo bautizado con su nombre a las 18.10 de la tarde, tras pasar cuatro horas en el mar, y, al pasar ante los medios de comunicación que aguardaban su marcha, sin bajarse del coche, aseguró estar "muy contento".
El emérito dio suerte al 'Bribón 500', que ganó las dos pruebas que se disputaron en la primera jornada de regatas. Quedan por delante dos día de competición para saber si reeditan el título que ganaron en 2021.
Ya de regreso a la casa de Pedro Campos, trasladó a los medios de comunicación que durante la tarde "hizo muy buen tiempo" y la de este viernes "fue una buena regata". También añadió que se encuentra "muy bien".