Tenemos suerte los vivos de que los grandes artistas plásticos, los músicos o los escritores -poetas especialmente - aun cuando hayan muerto, sigan vivos entre nosotros. Durante siglos por la transmisión oral o visión directa de las obras artísticas. Ahora el progreso – este sí un gran progreso – permite aunque la emoción no sea la misma, contemplar magníficas reproducciones de obras de Velázquez, Da Vinci, Van Gogh, Rembrandt… aquí es difícil colocar los etcéteras.
Bach, Mahler, Mozart son quizás escuchados también en interpretaciones del mismo nivel que las de su tiempo.
¿Alguien al leer la Elegía a Ramón Sijé podría decir que Miguel Hernández ha muerto? ¿O al escuchar las variaciones Goldberg de Bach?
Hace un par de años una exposición de Juan Muñoz en Madrid,llevaba por título "Todo lo que veo me sobrevivirá" cita de la poeta rusa Alma Ajmatova. Las obras siempre sobreviven a los artistas: qué sería de nosotros, los supervivientes, sin ellas, ¿qué hubiera sido de muchos de ellos si no lo supieran? Nos consuela saber que Joseph Beuys decía que todo hombre es un artista. O que hay poetas que piensan – y lo manifiestan- que más importante que el poeta es el poema e incluso, más que éste, el lector. El lector sería tan interesante como el texto. Para el profesor de Psiquiatría Fernando Colina la locura mezcla de manera impensable la poesía y las matemáticas. Y el famoso filósofo y escritor Emile Ciorán cree que el escritor que no está enfermo es casi un tipo de segundo orden. Y sí, parece evidente para muchos que la soledad que está en el fondo de muchas depresiones (en todas quizás) desaparece al escribir. O al leer. De hecho numerosos expertos consideran que la biblioterapia resulta beneficiosa en los ámbitos del proceso de salud-enfermedad durante la infancia, mejora la aceptación de la realidad y la autoestima y sirve como puente comunicativo entre la persona y el médico o profesional de la salud en general.
De cualquier manera es estremecedora la lista de escritores suicidas o que permanecieron en instituciones psiquiátricas. Algunos falleciendo en ellas. O que hicieron del malditismo la esencia de su obra. En muchos casos las circunstancias terribles de sus vidas influyeron de manera importante, o determinaron, su obra. Esa obra que a muchos de los que les seguimos nos ayuda a vivir. Y los notamos cercanos - y vivos – para mantenernos. Su cercanía y renuncia son esenciales para que permanezcamos en pie. Y gozamos incluso de su legado.
Lo que llamamos cultura debería estar hecha – y lo está en buena parte – para "impugnar las normas", así se titula el último libro sobre el gran cineasta Pere Portabella, alguien que opina incluso que el travelling es una cuestión moral. Gracias a Portabella se conservó Viridiana la película de Buñuel. D. Luis en su "Mi último suspiro" decía que le gustaría resucitar de vez en cuando para acercarse a un quiosco de periódico y saber así cómo sigue el mundo. Nuestro mundo, en buene medida, aguanta gracias – como decíamos antes – a la obra de todos los grandes qué en cualquier ámbito, aún muertos, nos siguen trasmitiendo cosas.
Breton le dijo un día a Buñuel: "el escándalo ya no existe" Y. claro, después de Sade, Antonin Artaud etc. ¿qué tenemos de nuevo hoy? La pasión es lo único que lo justifica todo, la crueldad la ha inventado el hombre, es una consecuencia de la inteligencia, por eso da tanto miedo la inteligencia, volvemos a D. Luis Buñuel, que añadía que la imaginación es inocente porque puede cometer atrocidades sin hacer daño a nadie.
Existen otras cuestiones, relativas al mundo de las adiciones, que tampoco resultan nuevas. Lo que ocurre es que hoy hay una gran tendencia a hacer de todo un espectáculo. Hace unos meses las páginas centrales de las revistas o de los suplementos de los periódicos se extendían en el problema del fentanilo, considerada como droga nueva y terriblemente deletérea. Antes quizás lo fue el pentotal o el Propofol que produjo la muerte de Michael Jackson. Olvidándose que el Propofol es un magnífico anestésico de corta duración, el fentanilo un derivado sintético de la morfina – excelente y seguro – utilizado desde hace décadas en el quirófano e incluso en algún tratamiento del dolor. El pentotal de largo uso en medicina, acabo también por hacer "más civilizadas" las ejecuciones en EEUU. Todo es cuestión de uso y dosificación.
Empezaba a escribir esto tratando de resaltar la permanencia en la vida – y la vigencia- de muchos grandes artistas y escritores. No sé si me he desviado inconscientemente. Hay también personalidades de una enorme dimensión que han sido, al mismo tiempo, autores, actores e intérpretes. Estoy pensando ahora en mi admirado Lèo Ferré sobre el que me veré obligado, si se me permite, a volver otro día. Termino con él : "La lucidez es un exilio construido, una puerta de socorro,el vestuario de la inteligencia. Es también una enfermedad que conduce a la soledad".