Quedé sin palabras, y ha pasado un tiempo antes de que pueda plasmar en breves líneas el recuerdo y merecido homenaje a un gran amigo, con quien he compartido tantas cosas de la profesión y tantas en el Colegio de Procuradores de Pontevedra. Me resulta aún difícil aceptar su desaparición.
Pedro Sanjuan, amante de la naturaleza, amigo de los amigos, de lealtad proverbial y manifiesta. Siempre con alegría, conversador inteligente y atento, comprensivo, preocupado constantemente por los demás y capaz de disponer de un repertorio infinito de palabras a modo de bálsamo. Los procuradores y Decanos de toda España que tuvieron el privilegio de conocerle definen su personalidad como la de “un verdadero caballero”, así me lo han atestiguado. Un ser noble, como demostró en todo momento y deseaba ser recordado.
Un profesional reconocido en el mundo de la Procura. Apreciado en los Tribunales, en el Consejo General de Procuradores y en el Consello Galego. En todos ellos ha dejado su impronta de compañerismo, buen hacer y generosidad.
Mi mano derecha en el Colegio de Procuradores de Pontevedra, y también mi izquierda, prestando apoyo sin tapujos en todo momento, tanto así es que en más de una ocasión le confesé que no podría ser Decano si él no fuese mi Vicedecano. Con su bondad innata, se reía, me insuflaba ánimos y quitaba importancia a su persona tratando de hacer ver todo lo que se había hecho bien en los años de mandato.
¡Cuántas cuitas colegiales se resolvían en aquellas interminables Juntas prolongadas en la esquina de la Audiencia Provincial!, a veces con lluvia o ateridos de frio, ponderando siempre los pros y contras de cualquier decisión, resueltas con la solución en tu mano.
Un gélido día de invierno se llevó tu alma al aposento de los dioses y allí permaneces en lo alto del firmamento, guiándonos.
Pedro, recordaré siempre aquellos momentos de alegría que compartimos, así como las pruebas más difíciles que superamos juntos.
Jesús E. Jacobo Martínez Melón
Ex Decano del Ilmo. Colegio de Procuradores de Pontevedra