Sobre las infames declaraciones de la APDR ante el anuncio de huelga en ENCE

20 de xaneiro 2025
Actualizado: 22 de xaneiro

Se atreve a afirmar Antón Masa que las posiciones del Comité de Empresa sobre el estado de la fábrica coinciden ahora con las de la APDR, nada más disociado de la realidad. Al BNG y su apéndice la APDR jamás les han preocupado ni los trabajadores, ni el empleo en la comarca, ni la industria, ni el sector forestal ni tan siquiera conocer la fábrica que se obcecaron en cerrar

 

Es habitual que en los frentes de guerra estancados proliferen las alimañas propagando la enfermedad, atraídas por la acumulación de desechos y putrefacción de la muerte, y es así por lo que no es casual que Antón Masa y la APDR no falten a su cita vomitando su habitual ponzoña sobre los trabajadores de ENCE que están en conflicto con la dirección de la empresa.

Afirma Antón Masa, caudillo vitalicio de la APDR y fiel títere del partido que los apadrina, que le sorprenden las justificaciones en materia de salud y seguridad para los trabajadores en las que se basa el Comité de Empresa de ENCE para convocar huelga, considerándolas contradictorias con la defensa contra el cierre de la fábrica. Es comprensible que el desconocimiento del mundo laboral y sindical del que hacen gala los individuos de la APDR les lleve a confusión, pero de buen agrado les aclaramos la situación: los trabajadores y trabajadoras de ENCE defienden sus intereses colectivos comunes, ya sea por la permanencia de sus puestos de trabajo contra un cierre político y/o patronal como por la exigencia de condiciones laborales dignas y seguras ante la empresa; de la misma forma, los representantes de los trabajadores en el Comité de Empresa y sus secciones sindicales deberían defender los intereses de la mayoría de la plantilla, ya sea la continuidad de la fábrica ante enemigos externos como a los propios trabajadores en su día a día ante la patronal.

En lo que respecta a contradicciones, no están el "señor" Masa y su APDR para predicar lecciones: afirmaron que su campaña para cerrar la industria se basaba en criterios ambientales, cuando realmente predominaban intereses políticos o incluso de especulación urbanística; afirmaron que atentaba contra la ría de Pontevedra, buscando el enfrentamiento entre los obreros y los trabajadores del sector primario, omitiendo los vertidos y negligencias de los concellos afines escudándose en ENCE; afirmaron que eran la mayoría social de Pontevedra exigiendo el cierre de la planta, cuando fueron las secciones sindicales de ENCE las que inundaron Pontevedra y el resto de Galicia con miles de trabajadores y sus familias defendiendo la permanencia, mientras la APDR y el BNG debían recurrir a las instituciones públicas, a la militancia política de sus asociaciones y a otros colectivos totalmente ajenos al mundo del trabajo y de la mayoría social para guardar las apariencias de su farándula antiobrera; afirmaron que ENCE agotaba el agua de Pontevedra en verano mientras Pontevedra y todos sus concellos limítrofes despilfarraban sin medida ni control alguno en honor al dios del turismo; afirmaron que nuestra fábrica era responsable de lo que llaman "eucaliptización" del monte gallego, pero no les importaba en absoluto que los productores forestales tuvieran que vender su materia prima para las pasteras portuguesas por la deslocalización de la industria pesada en Galicia al más puro estilo colonial, o incluso su fiel BNG defendió inicialmente el proyecto de ALTRI cuando implicaba un problema para la continuidad de los trabajadores de ENCE o su ubicación podría beneficiar a las plantaciones de su diputado en A Mariña; y así podríamos seguir ejemplificando hasta la saciedad.

No pudo Antón Masa contener su faceta reaccionaria ya en el tercer párrafo de su artículo, acusando al conjunto de trabajadores y trabajadoras de vehementes y violentos. Personalmente, toda violencia de clase empleada por el proletariado para defender sus intereses comunes y a sus familias me parece más que justificada en todo caso, especialmente contra quien los denigra, deslegitima y difama para agravar su situación, pero tal vez a Antón se le haya olvidado mencionar las amenazas y atentados que han sufrido los trabajadores de ENCE a manos de la APDR, el acoso sistemático y mediático al que han sometido a la plantilla durante años, la procesión anual hasta la puerta trasera de la fábrica teniendo que arrastrar militancia política de toda Galicia para insultar a los trabajadores o dejarles una corona de muertos, cómo intentaron sabotear movilizaciones de los trabajadores a demanda del BNG al más puro estilo de una escuadra fascista o cómo celebraron con una FIESTA el ERE extintivo de los compañeros de la fábrica de ELNOSA, un hecho que los retratará por siempre como auténticos sociópatas.

Se atreve a afirmar Antón Masa que las posiciones del Comité de Empresa sobre el estado de la fábrica coinciden ahora con las de la APDR, nada más disociado de la realidad. Al BNG y su apéndice la APDR jamás les han preocupado ni los trabajadores, ni el empleo en la comarca, ni la industria, ni el sector forestal ni tan siquiera conocer la fábrica que se obcecaron en cerrar. Prueba de ello es la profunda ignorancia que esgrime al reiterar que sólo somos 250 empleados en ese centro de trabajo, por supuesto buscando como de costumbre hacer de menos nuestra realidad, cuando ese es el número de trabajadores que está convocado a la huelga por ser la plantilla fija y directa de la fábrica, y no la cifra de empleos dependientes de la permanencia de la factoría a la que debiera sumarle la plantilla de ENCE oficinas, que se rige por distinto convenio aun siendo el mismo centro de trabajo, la plantilla de viveros forestales, las plantillas de trabajadores auxiliares, los transportistas y trabajadores portuarios, los trabajadores del sector forestal, etcétera.

Cabe puntualizarle a Antón el premeditado error de comprensión al leer en la prensa que supuestamente el Comité afirma que "la empresa aprovechó el tema de las promesas de inversiones para conseguir la prórroga", cuando dicha afirmación no aparece en ningún momento en la rueda de prensa. Lo que sí aparece en el comunicado de prensa es literalmente que "la empresa aprovechó la campaña por el cierre político de la fábrica para ahorrarse las inversiones". La principal diferencia entre ambas afirmaciones radica en que la de Antón Masa sitúa a los trabajadores como cómplices de sus propias desgracias, mientras que la afirmación real del Comité sitúa como responsable a la empresa y como cómplices a quienes promovieron el cierre, lo cual evidentemente no le interesa reproducir. Que no ha habido inversión tras la prórroga es una verdad interesadamente a medias; la realidad es que no ha habido inversiones de envergadura que repercutan realmente en la plantilla desde mucho antes "gracias" a la encomiable labor de la APDR y sus patrocinadores.

Sepa el "señor" Masa, por si su distanciamiento del trabajo en general o sus pactos con el diablo no se lo permiten entender, que es perfectamente posible que una industria o cualquier otro centro de trabajo cumpla estrictamente con los parámetros de organización laboral,de impacto o emisiones ambientales estipulados por la legalidad vigente y que, al mismo tiempo, mantenga unas condiciones de exposición a riesgos, peligrosidad, precariedad, temporalidad o penosidad de los trabajos para los operarios que realizan sus funciones dentro de las instalaciones, que es lo que viene denunciando el Comité de Empresa y el conjunto de las plantillas. Efectivamente, la situación del personal en su trabajo diario es lamentable para lo que están dispuestos a tolerar hasta el punto de acudir a una convocatoria de huelga, pero a Antón eso no le importa; sólo busca un clavo ardiendo para sostener su homilía apocalíptica y seguir mamando a costa de campañas de difamación a los trabajadores y sus representantes.

Pero sin duda lo más grave e insultante del artículo de Antón Masa, que da buena muestra del odio visceral hacia los trabajadores que rezuma su discurso, es su acusación al Comité de Empresa y a todos los trabajadores y trabajadoras de que son culpables y responsables de la situación de la fábrica por supuestamente defender los intereses de la empresa, llegando a la soberbia de exigirles "autocrítica". En este punto, afirmo que los mayores cómplices y culpables de la situación de la fábrica y, por ende, de la precariedad en las condiciones de los trabajadores durante los últimos años, ha sido la APDR como agentes útiles de la patronal: han generado un conflicto externo para deslocalizar una industria estratégica poniendo siempre en la diana a los trabajadores que defendían sus puestos de trabajo; han amordazado a la plantilla y a sus sindicatos para que toda reivindicación laboral quedara silenciada, no trascendiera públicamente del centro de trabajo o incluso fuera usada en su contra por la afectación que pudiera tener respecto al cierre; han bloqueado toda posibilidad de solidaridad obrera o de apoyo político desde la supuesta izquierda para con los trabajadores en lucha; han promovido una falsa coincidencia de intereses inmediatos entre trabajadores y patronal por la permanencia de la fábrica, falacia que por lo visto siguen utilizando como su principal argumento; han pregonado insistentemente una imagen de los trabajadores como privilegiados para desacreditarlos esgrimiendo curiosamente los mismos argumentos que la dirección de la empresa ante una convocatoria de huelga; han boicoteado mediática y judicialmente cualquier tipo de inversión o ampliación de la factoría haciéndole un gran favor a la empresa para ahorrarse el gasto ante la incertidumbre y han celebrado cada accidente laboral, incidente de seguridad o parada de la fábrica como si ganara su equipo de fútbol para utilizarlo como propaganda contra los trabajadores y la permanencia.

Para finalizar, sí le admitimos a Antón Masa y a la APDR que algo no tiene futuro en Lourizán ni en Pontevedra, y eso son las prácticas y propaganda eco-fascista de las que llevan haciendo gala desde hace dos décadas con la complicidad y despilfarro del Concello contra los trabajadores. Somos conscientes de que en nuestras reivindicaciones laborales y sindicales siempre hemos estado solos, más por la labor de nuestros enemigos externos que por la propia empresa, pero los trabajadores y trabajadoras de ENCE Pontevedra, así como nuestro Comité de Empresa y nuestros delegados y delegadas sindicales, siempre hemos sido, somos y seremos los ÚNICOS legitimados para alzar la voz sobre nuestra realidad y condiciones de trabajo, ante la empresa y ante quien sea necesario. Es aberrante que ante una demanda de seguridad y salud por las personas trabajadoras, se manifieste en prensa una asociación turbia y ajena utilizando dichas exigencias para cargar contra los obreros y pedir el cierre de la fábrica, casi pareciera que a demanda de la empresa. Le pido pues, a Antón Masa y a su escoria de la APDR, que pasen de una vez al vertedero de la Historia tras sus reiterados fracasos enfangados en su propio veneno, para la tranquilidad y salud mental de toda la clase trabajadora.