Cuenta en PontevedraViva Radio que en una ocasión Mario Moreno Cantinflas durante una comida en su tierra mexicana, le dijo a José Luis Torrado: "España y México son como dos novios pero con una verja delante".
La medalla y diploma que el Comité Olímpico Mexicano acaba de entregar a José Luis Torrado Casal por la labor que "O Bruxo" hizo durante los Juegos de 1968 han levantado mucho revuelo mediático.
Ojalá también de conciencias a tenor de las reitadas ocasiones en que este "preparador físico naturista" -como él se ha definido en esta charla- ha repetido frases como "créeme que te digo la verdad", "de corazón de lo digo", "yo no miento", ... ¿Y por qué insiste tanto en esas máximas? porque cuesta creer que la bonhomía se trate de ocultar y desacreditar como han hecho con la trayectoria profesional de este mugardés de nacimiento.
En este Cara a cara de PontevedraViva Radio explica el por qué de su apego a la ciudad del Lérez. "A mí me enamoró Pontevedra porque en el 57 - cuando se hizo con el título de campeón de España de atletismo en 400 metros - le compraron a mi padre un televisor con aportaciones de particulares para que pudiera ver a su hijo, ya que él estaba paralítico. Y dije, ¿con esto, a mí me va a ganar alguien?. Llegué roto, pero mi padre vio a su hijo ganar desde la cama."
A sus 82 años y prácticamente jubilado - la excepción es el primer español campeón del mundo en triatlón, Iván Raña -, sigue teniendo que justificarse ante las habladurías sobre su patrimonio o el dinero que ha ganado con su trabajo. En lo único que "soy millonario es en amigos, puedo decir que tengo por todo el mundo".
"Soy INEF, preparador físico y recuperador. He estado en siete citas olímpicas, veinte campeonatos de europa, once del mundo y en ninguno he fallado". Sin embargo hay médicos y cuerpos técnicos que no sólo no han reconocido su praxis, sino que le han relegado y ocultado: "no hago nada que corresponda a un médico, o a un fisioterapeuta, soy preparador físico y recuperador que se basa en la naturaleza".
A "O Bruxo" le cabrean de forma contundente - puñetazo en la mesa lo evidencia - esos lucrativos intereses que rodean a algunos deportistas de élite. Circunstancia que ha hecho que muchos de ellos recurrieran a él "de tapadillo" para que no trascendiera en sus clubes.
Otro dato que ejemplica lo que explica es que el mismo año en el que el ex presidente del COI Juan Antonio Samaranch recibió la Orden Olímpica en la modalidad de oro, llamaron a Torrado desde Lausana "diciendo que me van a mandar dos billetes para que fuéramos mi mujer y yo a Rusia a recoger la de plata. Aún estoy esperando, no me la dieron".
Conocida es también su buena mano como cocinero; algo que le surgió por necesidad, al tener que alimentar a los atletas que en Corea se negaron a comer carne de perro. De ahí derivó su hábito de cocinar para familia y amigos, alimentando como dice "cuerpo y alma". Pese a todas las zancadillas que le han puesto resume su vida con una palabra: felicidad.
No sólo deportistas han pasado por sus manos, habla en PontevedraViva Radio de otras profesiones, como empresarios o toreros y es mejor escuchar contar esas anécdotas al propio Torrado que transcribirlas. Lo mismo que el arranque de jota que se marca como huella de su paso por otra ciudad que lleva dentro, Zaragoza.