Hace un par de años con ocasión de un viaje a Madrid, me acerqué a ver la casa en la que vivió nuestro Premio Nobel Vicente Aleixandre, le dije al taxista que me llevara al número 3 de la calle Velintonia y él me informó que la calle se llama ahora Vicente Aleixandre. Efectivamente, el cambio de nombre de la calle es el escaso homenaje que, en la zona se le hace públicamente a Aleixandre.
Vi la casa con dificultad dando saltitos por encima de un muro. Sorprende s estado de abandono consecuencia, fundamentalmente, de la falta de interés de las administraciones públicas que no han comprado a familiares lejanos del escritor la propiedad de la casa para arreglarla y convertirla en un museo.
Quizás, un día...
No he visto una película sobre el lugar y la historia que parece que se ha hecho recientemente.
Por Velintonia pasaron a lo largo de los años: Miguel Hernández, García Lorca, Alberti, Neruda, Brines, José Hierro, Carmen Conde (ella y Amanda Junquera vivieron incluso en la planta superior de la casa), Jorge Guillén, Carlos Bousoño, Molina Foix, Gil de Biedma y tantos y tantos otros de los mejores poetas. Elvira Lindo dice que Velintonia fue una patria en la que la libertad se reivindicaba de otra forma al mundo exterior. La historia de los "Sonetos del amor oscuro" de García Lorca está relacionada con Aleixandre a quién Lorca le leyó por primera vez ese conjunto de poemas. Antes, la casa de Velintonia había sido destruida por los republicanos y Aleixandre estuvo detenido, siendo liberado gracias a Pablo Neruda y a Altolaguirre. Más tarde Vicente se habría acercado a opciones de izquierdas y publicado un artículo en Mundo Obrero.
No salió de España por la cercanía de su padre al "Glorioso movimiento nacional". Siempre mantuvo distancias con el franquismo y vivió en el exilio interior. Max Aub llegó a decir "nunca perdimos ni perderemos España del todo mientras viva V. Aleixandre en Velintonia". La condición sexual de Aleixandre y su cercanía como poeta de gran calidad tiene que ser la razón por la que Lorca le leyó en primer lugar los Sonetos del Amor Oscuro. A Partir de 1959 colaboró en la mayoría de los escritos de intelectuales dirigidos al gobierno franquista, pidiendo amnistía de los presos políticos y exiliados y apareciendo en el museo de Arte Contemporáneo de Madrid en un homenaje a Picasso. En el año 1962 fue el primer firmante de una carta al ministro Manuel Fraga solicitand investigación sobre muerte, agresiones y torturas en la Huelga minera de Asturias.
La cercanía de la casa me hizo pensar en una entrevista que poco antes de morirse se le había hecho a Joan Margarit. Nuestro premiado poeta, que era arquitecto y profesor de arquitectura en Barcelona, decía: un poema es como la estructura de un edificio muy particular a la que no le puede faltar ni un pilar, n una viga: se desplomaría. Si se cambia una palabra y no pasa nada es que no era un poema. También aprendí de Margarit (quizás influya la edad que tengo que una vejez sin lecturas está desolada. Y que la poesía es junto con la música la única herramienta de consuelo que tenemos. Al mismo tiempo que aseguraba que la poesía "debe ser cruel", citaba al poeta Yeats que decía en un poema que la muerte no existe, es una invención nuestra. Quizás fue Rimbaud el que dijo que la poesía puede – o debe – comunicar antes de ser comprendida.
El gran Gil de Biedma dedicó a V. Aleixandre un poema titulado Arte poética que comienza así
La nostalgia del sol en los terrados,
En el muro color paloma de cemento
-Sin embargo tan vívido- y el frío
Repentino que casi sobrecoge.