Noemí Blas es presidenta de la escudería femenina Buxa Motor Poio,dirigida por mujeres. Lo de Noemí es hobby, no profesión. Su marido desde finales de los 70 era piloto en rallies. Hubo dos escuderías previas antes de que diez féminas se lanzaran, hace también diez años, a crear la escudería. En la federación sigue siendo la única mujer.
Mar Piñeiro es gerente de Autocares Viuda de Cándido, una firma que fundaron hace 75 años sus abuelos. Él falleció y fue su abuela la que tomó las riendas. Este año se ha jubilado el padre de Mar, así que ella toma el relevo en esta tercera generación. Un sector en el que tampoco es frecuente la presencia de mujeres, de hecho "hoy tengo una reunión en la que yo seré la única mujer". En el caso de su empresa, la plantilla está conformada al 50% por hombres y mujeres.
Silvia García asumió el cargo de decana de Bellas Artes en 2016 y es la primera mujer que ostenta esta responsabilidad en los 25 años de la Facultad de Pontevedra. En un primer momento dice "me pareció fatal que me propusieran porque todos tenemos nuestro temores por conciliación y otras cuestiones; pero luego pensé que podía hacer algo positivo por la facultad". La presencia de la mujer en el ámbito académico está normalizado, no así el de los puestos directivos.
Ana Belén Rial trabaja en la empresa Ferrovial - Cespa Servicios y es una de las tres trabajadoras de la empresa entre un centenar aproximadamente de empleados varones. "Somos una pequeña minoría, pero contenta y muy bien. Nosotras nos dedicamos a limpieza viaria, barrenderas. Podríamos subirnos a una barredora o un camión, de momento no lo hacemos, pero lo haríamos sin ningún problema, seguro".
Durante estas Conversas na Ferrería de PontevedraViva Radio hablamos de "techos de cristal", conciliaciones, "cultura de mando", "roles que ejercemos las mujeres para conseguir nuestros objetivos" en ámbitos de prevalencia masculina y de comportamientos machistas o acosos.
En este último apartado, exponen algunas situaciones: Mar Piñeiro comenta "a mí me ha pasado hacer una llamada para solucionar un problema y hasta que no se ponía mi padre - y decía lo mismo que yo-, no hacían caso". Noemí Blas expone que "cuando tengo que hacer de directora de carrera, lo habitual es que cuando requieren de alguna gestión o consulta, se remiten primero a los hombres y no a mí".
Hay que cambiar desde la educación. Queda mucho por hacer "pero en ello estamos". Ellas son un ejemplo.