Un año y medio de prisión para un constructor por falsear certificaciones de obra para beneficiarse de un préstamo
Por Natalia Puga
Un constructor pontevedrés ha aceptado cumplir una condena de un año y medio de prisión por haber falsificado certificaciones de obra para beneficiarse de un préstamo bancario que le había concedido la antigua Caixanova para construir una urbanización en Porto do Son.
El hombre se sentó este martes en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra imputado por los delitos de estafa y falsedad de documento privado por los que el fiscal le pedía inicialmente cuatro años de prisión (dos años y medio por la estafa y un año y medio por falsedad).
Ya en la sala, el representante del Ministerio Público decidió rebajar su petición a un año y medio en total (un año por estafa y seis meses por falsedad en documento privado) y el pago de una multa de seis meses a razón de diez euros diarios, esto es, 1.800 euros. Para ello, tuvo en cuenta la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, pues las infracciones penales que se le atribuyen se remontan a septiembre del año 2006.
Según mantiene el fiscal y reconoció el propio acusado, solicitó un préstamo por valor de 1,7 millones de euros avalándolo en una promoción inmobiliaria y, para ir justificando gastos y poder recoger los fondos concedidos por el banco, falsificó certificaciones de obra que fue entregando a la entidad financiera. En total, llegó a retirar unos 500.000 euros.
Para entregar esas certificaciones, falsificó la firma de un arquitecto, de tal forma que en el procedimiento abierto por el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra se personaron como perjudicados el propio arquitecto y la antigua Caixanova. Finalmente, el profesional no se presentó en el juicio, pero el banco sí. En concepto de responsabilidad civil, la Audiencia tendrá que establecer en ejecución de sentencia el importe concreto con el que el acusado debe resarcirles por el daño.