Detenido por estafa el vidente que se anunciaba como 'Maestro Sisse'
Por Natalia Puga
K.C., de 39 años y nacionalidad senegalesa, pero vecino de Pontevedra, es la persona que está supuestamente detrás de los anuncios que periódicamente aparecían publicados en medios de comunicación o colocados en los parabrisas de los coches o que se entregaban en persona en la calle con el reclamo 'Maestro Sisse. Vidente Curandero'. Ofrecía "arreglar casos desesperados" en materias como el amor, el mal de ojo o la mala suerte en los negocios y durante años consiguió hacerse con un sinfín de clientes atraídos por su promesa de resultados inmediatos. Ahora la Guardia Civil le ha detenido como supuesto autor de un delito de estafa tras recibir las denuncias de dos presuntas víctimas de Meaño y A Estrada.
Según ha informado la Guardia Civil, la investigación la empezaron efectivos del puesto de Cambados en el mes de abril tras una denuncia de una vecina de Meaño que aseguraba que había sido objeto de una estafa de más de 7.000 euros por parte de un vidente.
En marzo había contratado sus servicios para resolver unos problemas familiares con el pago de una cuota inicial ya concertada de 400 euros, pero, una vez contratado el trabajo, recibió dos llamadas telefónicas del vidente para pedirle en depósito un total de 7.318 euros que necesitaba para completar el ritual y "apostar a los espíritus", 5.402 euros en la primera llamada y 1.926 la segunda, siempre con el compromiso de devolverle ese dinero acabado el trabajo.
Terminado el trabajo, le reclamó el dinero, no se lo devolvió, de modo que esta vecina se sintió estafada y acudió la Guardia Civil, que inició una investigación. Iniciadas las indagaciones, se tuvo conocimiento de que otra vecina de A Estrada había denunciado ese mismo mes una estafa con el mismo modus operando. En su caso, concertó que el servicio contratado costaba 600 euros, de los que abonó 300, pero luego el vidente le pidió por teléfono otros 1.725 euros en depósito también con el compromiso de devolvérselos dos días más tarde.
En el caso de esta vecina de A Estrada, también hubo un episodio violento cuando se presentó en la consulta del vidente para indicarle que prescindía de sus servicios y reclamarle la devolución de los 1.725 euros. Sí accedía a pagar los 300 euros que le habían quedado pendientes de pago de la primera cita, pero la reacción del vidente fue responderle con palabras violentas, de modo que la clienta acudió a la Guardia Civil.
Fruto de las investigaciones realizadas, el supuesto vidente fue detenido y, tras prestar declaraciones en dependencias de la Guardia Civil, quedó en libertad, pero investigado por estafa y con la obligación de comparecer ante el juzgado cuando sea requerido.
MODUS OPERANDI
El fraude del vidente comienza con la captación de personas anímicamente desesperadas mediante un anuncio publicitario. Una vez en la consulta, le cobra 30 euros y seduce al visitante con algún detalle que le hace creer en la resolución de su problema, realizando un contrato verbal inicial en el que se valora el coste de la solución del problema en función de la gravedad y la solvencia económica del afectado.
Posteriormente, durante el periodo de tiempo estimado para la solución del conflicto, el vidente solicita al afectado diversas cantidades de para "apostar a los espíritus que le van a solucionar el problema". El cliente deberá introducir el dinero en un sobre que el vidente hermetiza para llevar a cabo el trabajo acordado, con la promesa de devolución una vez acabado el trabajo.
La supuesta estafa se consuma con la no devolución del dinero que le entregan los clientes para realizar las "apuestas espirituales", cobrando por ello importantes cantidades de dinero en efectivo, e incluso mediante la percepción de bienes inmuebles.