Capri sólo hay una
Por Marisa Ciordia
Confitería Capri Pontevedra es una marca registrada. Y esa marca corresponde al establecimiento ubicado en el número 9 de la calle García Camba. El obrador y confitería que Arturo Prieto y María Luisa Fuertes Veiga abrieron un 25 de julio de 1963. Así queda determinado por la Oficina Española de Patentes y Marcas tras un proceso legal que la propietaria de Capri tuvo que emprender ante el uso que de dicha marca se estaba haciendo por parte de otros dos establecimientos abiertos en esta capital y no muy alejados del primero.
La primera consecuencia: no pueden seguir utilizando ese nombre, que además se identifica con la misma tipografía que el original y registrado. Una circunstancia que ya se ha notificado a las partes aludidas. La segunda, como cuenta Menchu Collado, una de las empleadas de la confitería: que se terminen los perjuicios que últimamente se estaban produciendo. Perjuicios dado que "se estaban vendiendo productos de pastelería que identificaban como los de Capri de toda la vida, pero cuya calidad no era la debida y nos los traían aquí de vuelta. Pero claro, no eran nuestros".
Esta reciente resolución ha sido, además de una notoria alegría, un profundo alivio para la propietaria y los siete empleados de Confitería Capri, que han atravesado algo más de un año inmersos en varias acciones legales. "Supone una satisfacción muy grande porque sabíamos que somos los únicos Capri. Ahora podemos seguir haciendo lo que nos gusta y como lo hemos hecho siempre", dice Menchu Collado; quien además sigue teniendo palabras de agradecimiento para todos aquellos clientes que en este último año han estado trasladándoles su apoyo y confianza.
MARCA REGISTRADA DESDE 1968
La marca Confitería Capri Pontevedra fue registrada por primera vez en 1968 por Arturo Prieto, su propietario. Para conservar los derechos que conlleva dicho registro en la Oficina de Patentes y Marcas es necesario renovarla cada diez años, algo que se dejó de hacer durante algunas décadas y de lo que se da cuenta una hija del matrimonio Prieto Fuertes. De esta forma se vuelve a registrar en octubre de 2014.
Mientras tanto, en 2001 María Luisa Fuertes se jubila y alquila el negocio de García Camba 9. Un arrendamiento por catorce años con derecho a utilizar la marca. Estas terceras personas abren otra confitería con el mismo nombre y logotipo en la plaza de San José en 2009, y otra más el año pasado. A estas circunstancias se sumó la conclusión del contrato de alquiler, en julio de 2015.
Pese a terminarse el plazo, sus inquilinos rehusaron abandonar el local en plazo por lo que su propietaria - al no prorrogar el contrato - tuvo que iniciar un procedimiento de desahucio. Tiempo durante el cual, la confitería "de toda la vida" con la plantilla "de toda la vida, prácticamente", tuvo que permanecer cerrada varios meses.