#Stopbulos en las redes sociales o por Whatsapp
Por Redacción
Secuestradores de niños, colonias que te duermen, golosinas con droga, ritos de bandas que te asaltan en carretera, frutas infectadas de VIH o inminentes atentados en centros comerciales son algunas de las falsedades que circulan en Internet. La Policía Nacional ha recopilado el top ten de los bulos más compartidos en redes y en mensajería instantánea en sus cuentas de Twitter (@policia) y Facebook y pide a los ciudadanos que no ayuden a su difusión.
La petición de la Policía Nacional, difundida por la Comisaría de Pontevedra, recuerda la importancia de no creer ni difundir mensajes que no procedan directamente de fuentes oficiales, ni a través de las redes sociales ni por WhatsApp. Y también pedir al resto que no se le dé credibilidad alguna.
Los grupos de Whatsapp están desbancando a las propias redes sociales como potentes altavoces de bulos irracionales, algunos citando falsamente una fuente oficial; otros que son nuevas versiones de bulos antiguos. Los nuevos gadgets, como smartphones o tablets, se han convertido en potentes herramientas para difundir estos bulos. Los especialistas de la Unidad de Investigación Tecnológica (UIT) y del Grupo de Redes Sociales de la Policía Nacional han registrado miles de denuncias, consultas y peticiones de ayuda de los internautas a través de los canales telemáticos de la Policía.
El último de estos bulos, una reedición mejorada de uno aparecido en 2014, se refiere a la presencia de una pareja que se dedica a secuestrar niños, a los que atraen vendiéndoles cromos. Este falso rumor, difundido por WhatsApp, incluye en esta ocasión una fotografía y un audio en el que una mujer cuenta a una conocida que "le ha dicho su cuñada, que es policía, que hay una pareja intentando secuestrar a niños vendiéndoles cromos…", por lo que solicita que se comparta.
La mayoría de estos falsos rumores son anónimos, no están firmados, aunque hacen referencia a fuentes fiables. Además suelen están redactados de la manera más atemporal posible y carecen de fecha de publicación para que pervivan lo máximo posible circulando en la red. Otro rasgo que los define en que cuentan con un gancho -generador de miedo, morboso o de tipo económico- para captar la atención del internauta. También tratan de aprovechar una coyuntura favorable y relacionada con la información falsa, como la comisión de atentados terroristas en otros países.
Los bulos, por lo general, están escritos en castellano neutro (si emplean este idioma) para facilitar la difusión a nivel internacional en aquellos países de habla hispana. Además, habitualmente contienen faltas de ortografía o una redacción deficiente. También como característica común encontramos que normalmente incluyen una petición de reenvío, ya sea para alertar a otras personas, para evitar mala suerte o la muerte, concienciar a otros o con cualquier otro motivo. El objetivo de esta petición de reenvío reside en captar direcciones de correo, crear bases de datos, transmitir malware, realizar posteriores campañas de correo masivo o simplemente difundir la información falsa el máximo posible para generar el miedo en la población.